sábado, 28 de noviembre de 2015

"Primer Domingo de Adviento"


A D V I E N T O

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
 
         Con la bella y excelsa celebración del Reinado de “Cristo Rey”, el último domingo de noviembre, se da por terminado “El Año Eclesiástico”, para dar paso al Nuevo Año que se inicia con el Primer Domingo de Adviento.
            Advierto, que de la piedad y devoción con que se viva El Adviento, se llegará a entender y a gozar cristianamente la Navidad. “El Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo”.
            Desgraciadamente, hace tiempo que con el deseo de inocular lo sagrado de materialismo, se busca en esta llegada del Señor la propia y personal alegría de hacer una reunión con parientes y amigos, quiénes interfieren la presencia del Redentor; basando el acontecimiento no en la presencia del Salvador, sino en el convertir lo sublime y eterno en fiesta pagana: mucha y deliciosa comida, suficiente alcohol hasta embriagarse, música mundana y estruendosa, bailes sensuales y un tanto eróticos; todo esto y más, tanto en las pseudo-posadas y pre-posadas hasta la misma plena Navidad, incluyendo a las almas tibias que de alguna manera profanan la celebración.
            Así ofendiendo a Dios, agradecemos al Salvador su llegada, muerte y resurrección. Viene a salvarnos del pecado original y nosotros nos lucimos con el pecado actual.
            Oigamos a San Pablo en la Carta a los Romanos:
            “El cristiano, hijo de la luz. Y esto, teniendo en cuenta el momento en que vivimos. Porque es ya la hora de levantarnos del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias.
            Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias. (Romanos 13, 11-14).
           
            Algo, no malo, pero que sí confunde, distrae y suple la mente del pueblo, sobre la esencia de la Navidad: son las tradicionales formas populares de México ó del extranjero, que han ido tomando un gran espacio entre los católicos, de manera muy especial, muy saludable y piadosa pero no es la Navidad. La corona de Adviento, el árbol de Navidad, las posadas… ahora, merece tratarse por separado a la angustiosa idea de Santa Claus quien sólo es un ídolo moderno, que ya ha sacado de los hogares y las familias al “Niño Dios” y que pretende ser San Nicolás. Lo que puede la impiedad y la ignorancia. De todas estas buenas devociones populares, hablaremos en el curso del Adviento. En cuanto al tal Santa Claus tendremos una explicación aparte.


 
            El Adviento es la primera etapa del año Litúrgico, comprende las 4 semanas que anteceden a la Navidad.
            Adviento viene de la palabra latina que significa venida, llegada solemne. Se refiere naturalmente a la Venida de Nuestro Señor a la tierra. Es pues, tiempo en que los cristianos nos debemos preparar espiritualmente con una buena confesión, con alguna saludable mortificación o pequeño sacrificio, con propósitos de enmienda, con breves meditaciones que nos permitan tener presente al Señor y con actos de agradecimiento por su venida al mundo a salvarnos.

 


            El Adviento nace así:
            La herejía de Nestóreo adquirió grande importancia en la Conmemoración del Nacimiento del Salvador, que se enriqueció enseguida con el ciclo especial de preparación. La “Cuaresma”, sirvió de ejemplo y norma para el carácter litúrgico del Adviento. Tristemente, en estos cambios Litúrgicos que se han hecho, aún en la misma Liturgia se ha perdido el sentido penitencial que antes incluía la ausencia de flores, un órgano enmudecido… El Adviento nos hace contemplar las venidas del Señor.
            “Lo que vio Isaías, hijo de Amós, tocante a Judá y Jerusalén “.
            “Suceden en días futuros que el Monte de la Casa de Yahvéh será asentado en la cima de los montes y se abrazará por encima de las colinas.
            Confluirán a él todas las naciones, y acudirán pueblos numerosos. Dirán: “Venid, subamos al Monte de Yahvéh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos.
            Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén las palabras de Yahvéh.
            Juzgará entre las gentes, será arbitro de pueblos numerosos. Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas poderosas.
            No levantará espada, nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra.
            Casa de Jacob en marcha, caminemos hacia la luz de Yahvéh. (Isaías 2,1-5)
            Aquella real e inolvidable noche de diciembre en que “El Verbo hecho Niño” aparece en brazos, humilde y desvalido, de aquellos que Él mismo creó, protege, gobierna y viene a salvar.
            La llegada directamente a cada uno de nosotros, a nuestra alma. Él quiere y puede llegar personalmente y de manera especial si estamos dispuestos a recibirlo, nacerá nuevamente en nuestras almas.
            La Liturgia de este tiempo, sugiere ideas y sentimientos relativos a la expectación del Mesías que por el espacio de 4,000 años estuvieron aguardando.

 

            El Adviento es un tiempo de anhelante expectación. Esperamos al que ha de salvarnos de nuestro triple enemigo. Se aviva la esperanza en la Misericordia de Dios que se hará presente el día de la Navidad. Es la idea dominante en este Primer Domingo de Adviento.
            “Estar alerta para no ser sorprendidos. Como en los días de Noé, así será la venida del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el Arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastro a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces, estarán dos en el campo: uno será llevado y otro dejado; dos mujeres estarán moliendo en el molino: una será llevada y otra dejada”.
            “Velad, pues, porque no sabéis que día vendrá nuestro Señor. Entendedlo bien: si el dueño de la casa supiese a que hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no dejaría que le horadasen su casa.
            Por eso también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del Hombre”. (Mateo 24, 37-44)

PREPARARSE, PUES A LA VENIDA DEL SEÑOR

SOR CLOTILDE

             

sábado, 21 de noviembre de 2015

"MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO"

 
 MI REINO NO ES DE ESTE MUNDO

          “Entro, pues, de nuevo Pilato en el pretorio; y llamo a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondió Jesús: ¿Lo dices por ti mismo, o te lo han dicho otros de Mí? Respondió Pilatos: ¿Acaso soy yo judío?, tu gente y tus pontífices te entregaron a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo ciertamente mis ministros hubiesen luchado para que Yo no fuese entregado a los judíos. Pero mi Reino no es de aquí. Dijole, pues, Pilato: Luego Tú, ¿Eres Rey? Respondió Jesús: Tú lo dices: Yo soy Rey. (San Juan Cap. 18, Vers. 33-37).
          Jesucristo es Rey de todo el mundo: Rey por naturaleza, por herencia y por conquista. La Iglesia al instituír esta fiesta quiere mover a los cristianos a rendirle su homenaje de sumisión, a reparar los ultrajes que recibe de parte de los súbditos rebeldes y a promover los intereses de sus Reino, trabajando para que la realeza de Jesucristo sea reconocida ejecutivamente por los individuos, las familias y las naciones.
          El 31 de diciembre de 1925 su Santidad Pío XI celebraba en la Basílica Vaticana la Primera Fiesta Litúrgica de Cristo Rey. Era la inspiración del Espíritu Santo la que había movido al Papa a instituir esta Fiesta.

 
          El Reino de Jesucristo, vive al fondo del alma de cada persona y reinando en cada uno reinara en todos los hombres ¿y cómo Reina Jesucristo en cada alma? “Mi yugo es suave mi carga ligera” El Reino de Cristo no se impone. Él, Cristo, da sus leyes, pide virtudes, invita a la adecuación de nuestra voluntad a la suya, para que nuestra naturaleza humana elevada a la gracia santificante, sienta la suavidad y la urgencia de que se cumplan sus mandatos.  Si cada hombre obedeciera voluntariamente, el Reino de Cristo sería una realidad en las familias, en la sociedad, en los gobiernos y en las leyes civiles…
          “Mi Reino no es de este mundo”. El Reino de este mundo toca al ser humano a los guiadores de la sociedad, a los guiadores de los países, de las sociedades etc. Pero, siempre y cuando se sujeten y sujeten sus leyes a las leyes, a las normas de Cristo Dios y Hombre Verdadero, de manera que el Reinado de Cristo no contenga una antagonía con el reinado del mundo; ya que Él, es el Rey de Reyes y Señor de los Señores: “Vi el cielo abierto y un caballo blanco y el que se sentaba sobre él se llamaba fiel y veraz, y juzga con justicia, y lucha. Sus ojos como llama de fuego, en sus cabeza muchas diademas reales y tiene un nombre escrito que nadie sino el conoce. Estaba vestido con vestidos salpicados de sangre, y su nombre es: VERBO DE DIOS. Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestido de purpura blanquísima. De su boca sale una espada sobre doble filo: con esta herirá a las gentes. Los gobernara con cetro de hierro, y Él pisa el hagar del vino, del furor de la ira de Dios omnipotente y en su muslo lleva escrito: REY DE REYES Y SEÑOR DE LOS SEÑORES” (Apocalipsis Cap. 19 Vers. 11-16). Por tanto toda ley, todo mandato humano no es correcto, sino esta jerárquicamente sometido a las Leyes de Dios.
          En la primera parte del Padre Nuestro, en las siguientes peticiones rogamos, que venga a nosotros Su Reino y que se haga Su voluntad, así en la tierra como en el cielo. Aquí está el meollo del Reinado de Cristo: Que Reine Cristo en nuestras almas y para ello hay que vivir la vida de la Gracia, evitando todo pecado y trabajando por adquirir virtudes. Y que a su Voluntad identifiquemos la nuestra.
          Jesucristo ejerce su potestad real sobre las almas que gobierna por la fe y la caridad; sobre la Iglesia que rige por la jerarquía y sobre la sociedad civil que debe guiarse por los principios de la  Ley Natural, Evangélica y Canónica.
          No basta gritar: “¡Viva Cristo Rey!”. No. Proclamemos la realeza de Jesucristo con nuestra sumisión a su Reinado que es el único que puede salvar a los pueblos, instaurando en el mundo el imperio de la justicia y de la caridad.

 

          Al instituir la Fiesta de Cristo Rey, Pío XI no ha pretendido sino proclamar solemnemente la realeza de Nuestro Señor Jesucristo sobre el mundo. Rey de las almas y de las conciencias, de las inteligencias y de las voluntades, Cristo lo es también de las familias y de las ciudades; de los pueblos y de las naciones; en una palabra, Rey de todo el Universo como lo ha demostrado Pío XI  en su Encíclica Quas Primas del 11 de diciembre de 1925. El laicismo. Es la negación radical de toda esta Realeza de Cristo: al organizar la vida social como si Dios no existiera lo cual, engendra la apostasía de las masas y conduce a la ruina de la sociedad.
          Hoy, precisamente encontramos en todas las clases económicas, sociales, intelectuales… una apostasía general. ¡La apostasía de las masas!
          Cristo es Nuestro Rey, nos compró con su Sangre. Cristo es Nuestro Rey Resucito de entre los muertos.
          Entendamos bien: Jesucristo es el rey del universo, pero cede en la tierra a la humana naturaleza el gobierno de la Iglesia, el gobierno de los países, el gobierno de las sociedades, el gobierno de las familias. Pero siempre y cuando toda ley sea sometida a las Leyes de Dios, todo reinado todo gobierno ha de fincar sus leyes sobre la gran columna de la Voluntad de Cristo y de sus Leyes, sino lo hacemos así naufragaremos.
          Pero, no naufragaremos, ya vivimos el naufragio y casi en el ahogo cuando vivimos bajo la imposición de una constitución atea, de gobiernos inmorales que han prostituido a la sociedad y de un pueblo cobarde, sibarita, acomodaticio placentero que no vive la ley de Dios; sino la de los gobiernos ateos y la de su propio dios, que es él mismo.
          “Viéndole, le adoraron. Pero algunos dudaron. Y acercándose Jesús les hablo diciendo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id y enseñad a todas las gentes, Bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que Yo os he mandado. Y Yo estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos” (Mateo, Cap. 28, Vers. 17-20). Sobre el Monte de Galilea se aparece resucitado a muchos discípulos.
          “Dominara de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Todos los Reyes se prosternaran ante Él y le servirán todas las naciones” (Salmo 71 vers. 8-11).
          Aleluya. Aleluya, su dominación es una dominación eterna, que no pasara; y su Reino, un Reino que jamás será destruido. Aleluya (Daniel, 7-14).
 



         

          

domingo, 15 de noviembre de 2015

"Nuestro Señor Jesucristo"

HOY DOMINGO UN BREVE CUESTIONARIO PARA CONOCER MÁS A JESUCRISTO




NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

1.    ¿Quién es Jesucristo?
R.- Jesucristo es Dios y hombre Verdadero y el Redentor del mundo
2.    ¿Cuál de las Tres Divinas Personas se hizo Hombre? ¿Y para qué se hizo Hombre?
R.- La Segunda Persona que es el Verbo y se hizo Hombre para salvar del Pecado Original a todos los hombres.
3.    ¿Cuáles son los nombres del Redentor?
R.- Jesús, Cristo y Nuestro Señor.
4.    ¿Qué significa el primero; qué significa el segundo y que significa el tercero?
R.- Jesús significa Salvador; Cristo en hebreo Mesías y Nuestro Señor porque nos rescató al precio de su Sangre en cuanto Hombre-Dios y por eso es de modo especial Nuestro dueño y Señor.
5.    ¿Qué significa que Cristo es Sacerdote?
R.- En cuanto ofreció el Gran Sacrificio de la Nueva Ley, la SANTA MISA y se constituyó mediador entre Dios y los hombres
6.    ¿Porqué decimos que es Rey?
R.- Por que todas las creaturas están sometidas a su dominio sin cuartar la libertad del hombre
7.    ¿Porqué le llamamos Profeta?
R.- Por que nos enseñó, en el nombre de Dios y nos revelo sus Misterios.
8.    ¿Cuántos caracteres podemos distinguir en Jesucristo?
R.- Su carácter de Mesías, y su carácter de Hijo de Dios y Verdadero Dios.
9.    ¿Qué quiere decir el primero y qué quiere decir el segundo y el tercero
R.- Mesías o enviado de Dios para salvar a su pueblo, Hijo de Dios y Verdadero Dios porque acordémonos en el Misterio Trinitario como Dios del conocimiento de sí mismo engendra al Hijo y ese mismo Misterio Trinitario nos confirma que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad el Verbo es Dios
10. ¿Con qué o cómo fue ungido Jesucristo?
R.- Él no fue ungido con aceite. Él fue ungido por el mismo Dios en la Unión Hipostática de donde la Persona Humana y la Divina hacen una sola Persona, la DIVINA.
11. ¿Qué diferencia hay entre la Profecía anunciada por medio de la palabra y la figura por hechos y personas?
R.- La Profecía hablada anuncia por medio de la palabra y la Profecía de la Figura por hechos y personas.
12. ¿Cuáles son las figuras del Mesías sobre su Pasión y Muerte?
R.- La muerte de Abel: Su sacrificio fue agradable a Dios murió inocente y su sangre clamo hasta el Señor. La Sangre de Cristo clama también, no venganza sino perdón. “La aspersión de la Sangre de Jesús habla mejor que la de Abel” (San Pablo Hebr. 12,24).
Isaac: También inocente, es condenado a morir, y subió a una montaña cargado con la leña que serviría para su sacrificio.
La Serpiente de Bronce: Levantada sobre una Cruz, en el camino a la tierra prometida, curaba de la mordedura de las serpientes a quienes la miraban; Imagen de Cristo Crucificado, que sana las heridas de nuestra alma.
El Cordero Pascual: Se ofrecía en expiación de los pecados, y su sangre preservo a los Israelitas del Ángel Exterminador.
13. ¿Qué personaje del Antiguo Testamento profetiza la Resurrección de Cristo?
R.- Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena y salió vivo; así el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra y Resucitara.
14. ¿Quién profetiza la figura de su Sacerdocio?
R.- Melquisedec, Sacerdote del Altísimo, ofreció en sacrificio pan y vino; Jesucristo “Constituido Pontífice según el orden de Melquisedec” (San Pablo Hebr. 5,10). Se ofreció diariamente en sacrificio bajos las especies de pan y vino.
15. ¿Qué anuncia el Arca de Noé?
R.- El Arca de Noé: único refugio de Salvación cuando el Diluvio como hoy el refugio es Cristo y su Iglesia.

 



jueves, 12 de noviembre de 2015

"¿Y yo para qué nací?"

¿Y yo para qué nací?
Hemos nacido para dar gloria a Dios y
ganar, con sacrificios y buenas obras, la
eternidad feliz.
No olvides tu destino eterno. Este mundo
Y sus placeres pasan.
                                                                   Sor Clotilde García Espejel


¿Y yo para qué nací?
¿Y para que nací? Para salvarme.
Que tengo que morir es infalible.
Dejar de ver a Dios y condenarme,
triste cosa será, pero posible.
¡Posible! ¿Y tengo amor a lo visible?
¡Posible! ¿Y río, y canto y quiero holgarme?
¿Qué hago? ¿En qué me ocupo? ¿En qué me encanto?
Loco debo ser, pues no soy santo

                                                                            (Lope de Vega)

"La Espiritualidad y El Tiempo" (4-4)


domingo, 8 de noviembre de 2015

Mi opinión, por la Democracia

MI OPINIÓN, POR LA DEMOCRACIA

          En este gran ambiente DEMÓCRATA que se vive en la República Mexicana, me atrevo a dar mi opinión sobre la Ley aplicada a la Marihuana. Advierto que habló en nombre mío, no represento a nadie, es mi propia forma de expresión. Y como la Ley en México es muy respetuosa de los Derechos del Hombre, tomó la palabra y manifiesto lo que me parece sobre la “LEY DE LA MARIHUANA” comparándola con la Razón y la Ética.
          No puede concebir mi lógica, ni siquiera mi sentido común, que las autoridades oficiales, y algunos médicos y ciertos periodistas y politólogos, desconozcan o disimulen el gran peligro para la raza humana con la “LEGALIZACIÓN DE LA MARIHUANA”.
          Basta pensar en la destrucción que toda droga hace del ser humano.
          La Marihuana es una droga y como toda droga altera, dualiza y trastorna a la personalidad; además, hace costumbre y lleva a la necesidad de la repetición y aumento de dosis.
          Es admirable que todo un Magistrado de la Suprema Corte de Justicia, quien está obligado a enjuiciar y definir el bien y el mal; la inocencia y la culpa, se defina por el uso de la droga, so pretexto a los Derechos Humanos. Bajo las raras y nebulosas condiciones de que dicha yerba sea sembrada en su propia casa, no la comercien, no se “EXTRALIMITEN” y sea para fines “RECREATIVOS”.
          ¡Por amor de Dios! ¿Dónde estoy? ¡Ya perdí el piso! ¡Qué una tan alta Autoridad apruebe la droga por respeto a los Derechos Humanos y fines Recreativos! ¡Casi sufro un sincopé cardiaco!
          Y el flamante consejero de la Presidencia quien, con gran facilidad de palabra, pero con enredada y enredosa  argumentación, aprueba la Ley,  con la falsa defensa de que el hombre tiene DERECHO a decidir.
          En cuanto al Licenciado que representa al cuarteto amparado, apareció con una expresión de rostro dura y sombría, diciendo que ellos no son drogadictos, ni tienen comunicación con ellos. Entonces, un inteligente comunicador, le pregunto: “¿Y porqué se ampara?”. La misma respuesta de los otros “Porque lucha por lo mismo que los otros” que “su prójimo” tenga derecho a decidir si vive o muere. ¡Pamplinas! Este Licenciado es el portero simulado; es el que abre las puertas para que otros se amparen,  con la misma intención, hasta que la marihuana quede totalmente aprobada, ya no solo con “FINES DE SALUD Y RECREATIVOS”; sino con toda la libertad y garantías.
          Entonces veremos unos “HOGARES ABSOLUTAMENTE DESTRUIDOS”, peores que los de hoy, y en la calle deambularan puros zombis. Advirtiendo, que con el tiempo y este proceso habrá que aplicar una buena Ley para otras drogas.
          ¿No están aprobadas las Leyes del aborto, la eutanasia, llamada hipócritamente muerte asistida? ¿Y, qué diremos del homosexualismo y de la capacidad de los homosexuales para adoptar niños y niñas? Tanta propaganda sexual para los jóvenes a quienes, al mismo tiempo, los estimulan desde muy pequeños al sexo, les brindan toda clase de objetos y pastillas para evitar la reproducción humana y otras tantas cosas más que no da tiempo de decir. Y, nada de todo esto, que acabo de decir, nos conduce al bien moral, al crecimiento del hombre, a la madurez humana, ni mucho menos a la salud física.
          ¿Qué pretende el demonio ante tan bárbaro embate?
           Destruir al hombre, a Cristo-Dios, a su Iglesia, para dominar el mundo.
          Se defiende el Derecho Humano para que el hombre decida si vive o muere. Entonces, ¿Porqué cuando un sujeto se sube a una torre edificio etc., para suicidarse, inmediatamente se envían a las personas indicadas para disuadirlo, para salvarle la vida si él decidió matarse?
          Responderán: “Que va a dañar a terceros”, pues infórmense, que generalmente el que va a suicidarse es porque ya perdió la realidad por variados motivos y circunstancia; o es un enfermo mental, pero lo común es que está “marihuano”. Aquí miraran con claridad el error o malicia de su Amparo y aprobación.
          El suicida deja esposa, hijos, madre, padre… e indudablemente dañó a terceros.
          El drogadicto generalmente se conduce a un suicidio lento, indigno, doloroso, es un muerto en vida. ¿Cómo en ese caso puede defenderse el derecho a decidir cuando la autoridad tiene obligación de cuidar la vida del ser humano?
          Los Derechos Humanos en México, nada tienen que ver con el juicio filosófico, moral y trascendente con respecto a su concepto y aplicación.
          Algo más: ¿Cómo olerá físicamente un hogar donde se siembra y fuma marihuana? Piense en la “gran paz” que habrá en esa familia; ¿pues si el alcohol y la tecnología, mal empleada, a separado y violentado familias y destruído hombres, que hará la marihuana y posteriormente las otras drogas? Se acabó el humo del tabaco, hoy será el humo de la marihuana y si antes éramos fumadores pasivos, hoy seremos drogadictos pasivos.
          Cuando un jefe o los jefes de familia lleguen a su hogar y encuentren recreándose al hijo o a la hija ¿Qué sentirán? Y todo aprobado por una Ley que para establecerse, tuvo que romper, brincar y pisotear Leyes Naturales, Morales y Humanas.
          Alguna persona me sugirió esta pregunta:
          “¿Le gustaría al Señor Magistrado, al Señor Consejero de la Presidencia y al mismo amparado llegar a su casa y encontrar a hijos y nietos en plena recreación?”
          ¡Qué ya no habrá crímenes…! ¡Por favor! Volteen y miren hacia el país vecino y contemplaran como los marihuanos entran a cualquier lugar sea negocio, escuela u otra dependencia y matan a grupos y solo por matar.
          Es tiempo de detenerse, después no habrá control, no será una pasión, no será un simple vicio; será el gran vicio de la drogadicción.  ¡Qué dolor, desde ahora, y para entonces ver crecer la muerte en vida de los jóvenes! Jóvenes depresivos, sin ideales, sin razón de vida. ¿Eso es lo que respetan nuestras Autoridades?
           No pensemos en estúpidas manifestaciones. No. Volvamos a Dios, oremos: recen el Santo Rosario, confiésense. Amen, orienten a sus hijos.
          Maestros: amen su profesión y defiendan a los jóvenes.
           Yo por mi cuenta, que estoy próxima a partir entregó lo poco que me queda de vida por el bien de México.

OREMOS
         


SOR CLOTILDE GARCÍA ESPEJEL.