martes, 28 de junio de 2016






CORRIJAMOS EL PECADO, Y DESPUES
PIDAMOS PERDON DE HABERLO
CORREGIDO.

         La Iglesia es una Sociedad Sobrenatural, Espiritual y Visible.
Decimos Sobrenatural, porque la fundó Jesucristo con su Doctrina y Culto para elevar al hombre a una vida sobrenatural.
         Decimos Espiritual, porque se fundó para el hombre, cuya naturaleza es racional. Y es racional porque tiene un alma espiritual, unida a su cuerpo material, formando los dos una sola substancia.
         Decimos Visible, porque necesariamente, el hombre, aunque pueda con la Gracia elevarse a los sobrenatural, todo lo recibe a través de los sentidos y, todos los objetos, la Revelación Divina, los Sacramentos; aunque sean de efecto espiritual y sobrenatural, se conocen y se aplican a través de todos los sentidos, conduciéndolos a la Naturaleza Racional, que se perfecciona con la Vida de la Gracia y se eleva a lo Sobrenatural.
         Esta Iglesia Sobrenatural, Espiritual y Visible y que, fue fundada por Nuestro Señor Jesucristo, tiene como cabeza invisible al mismo Cristo y como Alma que Vitaliza a la Iglesia al Espíritu Santo; sin olvidar la Presencia Regia de la Providencia Divina con que nos cobija el Eterno Padre.
En cambio, nosotros somos el Cuerpo: los ciervos, los redimidos, los que tenemos la obligación amorosa de vivir conforme a las Leyes de Jesucristo. La Iglesia se fundó para que el hombre, habitando en ella, y tomando el dulce manjar de la Revelación Divina, llegara el Cielo.
         Por consiguiente, cada vez que decimos que la Iglesia peca, se piensa en que la Cabeza peca, el que el Alma peca y toda la Corte Celestial peca, cuando el que peca es el hombre y, como dije en el escrito anterior y lo he repetido siempre: los que pecamos somos nosotros, los humanos, el Cuerpo Místico de la Iglesia; pero esos pecados no manchan a la Santa Iglesia, nos manchan a nosotros. Repitiendo nuevamente, que lo que hacemos es deshonrar a la Santa Madre Iglesia.

NOTAS DE LA IGLESIA

         La Iglesia es una, Santa Católica y Apostólica.
         La Iglesia es una en su Fe: Todos los católicos del mundo han de creer en un sólo y único Credo, en una sola y única Doctrina. Y basta con negar una sola verdad de la Fe, para dejar de ser católico.
         Una en su Culto: Todos los católicos admiten un sólo Sacrificio, un mismo Sacerdocio, unos mismos Siete Sacramentos.
         Una en su Gobierno: Todos admiten un sólo maestro y Jefe Supremo: el Papa. Aunque él está mayormente obligado a custodiar, no sólo a creer la Doctrina de Cristo, y jamás tendrá autoridad para cambiarla.
         Efe. IV-5: “Uno el Señor, una la Fe, uno el Bautismo”
         I Cor.X-17: “Dado que uno es el pan, un cuerpo somos los muchos, pues todos participamos del mismo pan”.
         Es Santa, Santo es su fundador: Cristo, “la Verdadera e infinita Santidad”.
Es Santa en su Doctrina, en su Moral y en su Culto: que brinda medios muy eficaces de perfección.
Es Santa en sus Miembros: Porque, aunque heridos por el pecado y la concupiscencia, la finalidad es que se Santifiquen. Aunque, desgraciadamente, muchos escogen el pecado y el error; sin embargo, la Iglesia cuenta con millares y millares de sabios y santos.
         Efe.V-26,27: “Para Santificarla, purificándola con la palabra en el baño del agua, a fin de presentarla delante de sí mismo como Iglesia Gloriosa, sin mancha, ni arruga, ni nada semejante, sino Santa e Inmaculada”.
         I Tesalonicenses V: “Porque ésta es la voluntad de Dios: Vuestra santificación”.
Es Católica o Universal:
Católica por su Misión: Que es extenderse por todo el mundo.
Católica por su Extensión: Porque de hecho se ha extendido por toda la tierra.
Católica por el Número de Adeptos: Porque cuenta con mayor número que otra religión o secta.
Salmo II-8: “Pídeme y te daré en herencia todas las naciones, en posesión tuya los confines de la tierra”.
HechosII-8: “¿Cómo es, pues, que los oímos cada uno en nuestra propia lengua en que hemos nacido?”
Y Cristo es el Rey Universal.
Epístola a los Hebreos XIII-8: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos”. Por lo mismo, la Iglesia tiene que ser universal.
Malaquías I-11: “Porque desde el oriente del sol, hasta el ocaso;
Es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre.
Incienso y ofrenda pura.
Pues grande es mi nombre entre las naciones.
Dice Yahveh de los ejércitos.
Es Apostólica: Porque viene de los Apóstoles:
Es Apostólica: En razón de su fe, que es la misma Fe de los apóstoles, mantenida con toda pureza.
Es Apostólica: En razón de su jerarquía, porque el Papa y los Obispos son los legítimos sucesores de los Apóstoles y Custodios de la riqueza espiritual y sobrenatural de la Iglesia; por tanto, nada pueden cambiar.
“Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”: (San Mateo XXVIII-19).
“Recibiréis, potestad, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo; y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda la Judea y Samaria, y hasta los extremos de la tierra”.

                                          Conclusión.

Toda esta breve enseñanza sobre la esencia de la Iglesia, es para corregir ese gran error que hoy se propaga: “Que la Iglesia ha de pedirle perdón a todo el mundo”. Seremos nosotros, los que formamos el Cuerpo Místico de la Iglesia, los que tenemos que pedir perdón, pues imagínense ustedes al Padre Eterno, al Verbo Divino y al Espíritu Santo pidiendo perdón ¡Qué confusión! y todo por no enseñar claramente lo que es la esencia de la Iglesia.
Pensemos nosotros en las Santísima Trinidad, no sólo disculpándose, sino pidiéndole perdón a los homosexuales. Por fin, ¿Qué hacemos con los anatemas que el A. y N.T. arroja a los sodomitas? No estarán de acuerdo las Tres Personas Divinas y ahora les corresponde retractarse de la Inspiración Divina.
La homosexualidad es un pecado contra natura que brota fundamentalmente de los excesos del gozo sexual, de violaciones desde que son niños, de padres consentidores o padres tiranos; aunque en esta época eso ya no se necesita, basta la gran degeneración de criterio y de conducta, de las altas cúpulas y de toda la asquerosa propaganda sexual, para que el mundo este super corrompido en sus obras y en su criterio.
¡Cómo pedirle perdón a los que ofenden a Dios! ¿De qué les pedimos perdón? ¡Eso es inaudito! ¡Eso es apocalíptico!
Perdón debemos pedirle a Dios de todo lo que lo hemos ofendido, ¡de cómo nos hemos enfrentado a su palabra!, ¡cómo hemos pisoteado su Ley!. Todas las vidas del tiempo y del espacio, no servirían para desagraviar a Dios, de cuanto le hemos ofendido.
Las autoridades mundiales rompieron con Dios, y los efectos son los que vemos: desorden, anarquía, impunidad, injusticias, fraudes, horrendos crímenes, desaparición de la familia, rebelión y descaro de la mujer: un mundo irreconocible. Pero todos contentos y, ahora hay que pedirle perdón a los que rompen con la Ley Divina. Y quienes lo proponen que lo pidan, pero no en nombre de la Iglesia.
Católicos, acojámonos a la Barca de la Iglesia, es nuestra verdadera Patria; pero salvemos con valentía la Doctrina de Nuestro Jesucristo, de Ayer, de Hoy y de Siempre.


                                             SOR CLOTILDE






                                                

domingo, 26 de junio de 2016

"En defensa de Dios y sus Derechos"

PROCUREN LEER ESTE ARTÍCULO PAUSADAMENTE, EN VARIOS DÍAS Y VAYAN MEDITÁNDOLO. ME GUSTARÍA SU RESPUESTA.
En defensa de Dios y sus Derechos

El martes, 17 de mayo del año en curso, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció una iniciativa: que el matrimonio gay quedaría ya oficialmente aprobado en la Constitución de la República Mexicana, incluyendo a los travesti, los cambios de género y todo lo relativo.
Sorpresivamente apareció en el centro de la ¨bandera gay¨ una foto del Presidente de la República.
¿Qué mensaje nos envía?
¡No sabemos!
Lo que sí sabemos, es la trascendencia que tiene esta nueva imposición: El desplome moral absoluto de la sociedad, la nulidad de la inocencia, se acabó la familia, término el orden natural interno y externo y, aquellos que han trabajado incesantes por un “Nuevo orden Mundial” dejarán en un desorden universal al mundo entero. Por lo pronto, ahora hay que convivir en la calle, en los autobuses, en el metro, en el empleo, en los espectáculos, en los restaurantes, y en los colegios y universidades y, quizá, en los mismos templos, con estas personas que han roto cínica y descaradamente con su Ley natural, llevando el solo fin de invertir los placeres de la carne y hallar nuevas experiencias. Rompiendo así el orden y equilibrio, no solo de su propia naturaleza; sino, en consecuencia, de su ser psíquico y físico.
Encontraremos en todos los lugares ya citados, a estas personas y estaremos obligados, quienes somos decentes, a ver estos espectáculos grotescos, inicuos, morbosos, sucios y escandalosos. ¿Y los niños, qué pensaran? Indudablemente que entraran en una confusión verdaderamente grave. Los jóvenes, muchos ya corrompidos por los antros, la televisión, el internet y tanta lectura y propaganda sexual, se hundirán más en el cieno de un sexo degradante.
Falsa libertad

Dicen, que estas concesiones, son por respeto al derecho de libre elección. Sofisma. Con el término libertad, y ocultando la verdadera esencia del concepto, han confundido y depravado a la sociedad.
Pregunto: ¿Acaso es libre el hombre que se suicida?; ¿Sera libre el vicioso?; ¿Puede alegar libertad el violador?; ¡Por favor, Señores…! es urgente y necesario reflexionar y darse cuenta que el suicida, el vicioso, el violador y otros, son dependientes de bajas pasiones y de sus enfermedades psíquicas y nerviosas. Eso no quiere decir que no tengan conocimiento de lo que están haciendo, lo que sucede es que están sometidos a sus pasiones o enfermedades, a la esclavitud moral etc. Aunque otros, de tal modo han caído en el mal, en la perversidad, que ya han perdido la conciencia y viven sin la luz de la verdad.
Además, hay que saber, desde la auténtica ética correspondiente a la Filosofía Escolástica, si degradarse, hacerse esclavo de las pasiones conduce a la libertad. ¡No! La libertad va en consonancia con el bien que libra y libera del mal, porque junto al hombre para ser feliz, ha de estar la Verdad y el Bien hasta hacerlos propios.
Este fenómeno inmoral y amoral, hace sórdidos ¨dependientes¨ de costumbres sodomíticas. Las leyes están marcadas y romperlas, no puede llamarse conducción a la libertad.
Sería bueno que ahora que nos hemos enfrentado a Dios y a sus leyes, adquiriendo gran poder, rompamos en muchos aspectos con la naturaleza: cambios digestivos, circulatorios, respiratorios; caminar con la cabeza y pensar con los pies; que la noche tenga sol y el día luna; que los gallos rebuznen y los burros canten…y, si se puede, que yo creo que sí, que los elefantes vuelen y que los delfines troten, al fin somos capaces de romper cualquier naturaleza.
Esta generación de homosexuales, de lesbianas y de otros fenómenos más, no es mayor comparada con todos los que somos normales, solo que ellos hacen mucho ruido para ser notados y, nosotros, los normales, pedimos, exigimos respeto a nuestras convicciones fundamentadas en lo irrefutable, no en el fanatismo ni en la hipocresía.
Siempre ha habido desviados, porque siempre han existido pecados en la humanidad, pero nunca habíamos oído que, una tan alta autoridad, aprobara oficialmente todo tipo de desviación moral, con derecho público a expresar sus eróticas caricias y, menos aún, a rebajar el matrimonio legal y de siempre entre hombre y mujer, con la caricatura de unión de dos hombres o de dos mujeres, hasta tener el atrevimiento de llamarles familia.
La Familia

La Familia. Cultívense e infórmense en la historia sagrada y profana, en los principios y valores de siempre; en la definición del concepto y en la etimología del término, para que sepan lo que es realmente la Familia. La Familia verdadera nace en la eternidad, en el presente del Dios todopoderoso y los que atacan a la Familia, lo saben mejor que nosotros, pero su plan y su fin es destruirla.
¨La dignidad, los derechos y deberes de la familia establecida por Dios mismo, como célula de la sociedad, son, por ello mismo tan antiguos como El mismo: independientes del poder del estado, que debería protegerlos, si se hallaran amenazados. Derechos y deberes, igualmente sagrados en todas las épocas de la historia¨. (Pio XI)
Sin embargo, este proceder actual, es parte fundamental de la consecución de un cambio de principios y valores universales y cristianos, con el fin de terminar con Cristo y su Iglesia. La familia sólo puede constituirla: Padre, Madre e hijos.
¨La Institución familiar es una sociedad familiar fundada por Dios con sus leyes propias y permanentes, quien atentare contra ella, ya puede ser de adentro o desde afuera, reportara sus funestas consecuencias…¨ (Magisterio).
¨Cuán grande sea la dignidad del casto matrimonio; principalmente puede colegirse, de que, habiendo Cristo, Señor nuestro e Hijo del Eterno Padre, tomando la carne del hombre caído, no solamente quiso incluir de un modo peculiar, este principio y fundamento de la sociedad domestica; sino que también lo elevó a verdadero y gran sacramento de la nueva ley, restituyéndolo ante la primitiva pureza de la divina Institución y encomendando toda su disciplina a su esposa la Iglesia¨. (Pio XI)
A nosotros, los católicos verdaderos y personas con valores, no nos corresponde enfrentar a la autoridad porque, además, de nada serviría; pues una vez que ellos deciden e imponen algo, nada ni nadie los vuelve atrás. Nos toca a nosotros, ante todo, una vida de testimonio, contraria absolutamente a los planes satánicos. Reestructurar y reafirmar lo que es realmente la familia en todos los aspectos: con todos sus valores y abrazando a todos sus miembros. Educadores católicos o, cuando menos, ricos en valores humanos, eduquen verdadera y sanamente. Detengan esta barbarie.
¡Católicos, si aún aman a Dios, sufran al contemplar a un Dios ofendido y a una raza perdida! Nuestra defensa será: la intensa oración, el testimonio católico, el amor a la familia, el deseo de una sociedad moral y cristiana que cumpla con el: “Padre nuestro, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Joven, mujer u hombre, instrúyete en tu religión, infórmate del mal que resulta de contrariar la naturaleza, tanto en lo espiritual, como en lo psíquico, físico, social y material. No sigas un camino equivocado que vaya contra el orden de la misma naturaleza, pues te hundirás más profundo que cualquier animal.
¨El matrimonio, mandato de Dios, no de cualquier hombre, solo ha de darse entre hombre y mujer. El hombre y la mujer están hechos el uno para el otro no que Dios los haya hecho a medias ni incompletos, los ha creado para una comunión de personas en la que cada uno puede ser ayuda para el otro, porque son a la vez iguales en cuanto personas (hueso de mis huesos…) y complementarios en cuanto a masculino y femenino¨. ¨En el matrimonio, Dios los une de manera que, formando una sola carne, (Gen 2-24) puedan transmitir la vida humana¨. (Catecismo de la Iglesia Católica)
¨El matrimonio entre hombre y mujer está ordenado a la salvación de los demás, contribuye ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que prestan a los demás¨. (Catecismo de la Iglesia Católica)
¨La Iglesia católica, eleva su voz por nuestros labios, una vez más promulga: que cualquier uso del matrimonio en cuyo ejercicio, el acto, de propia industria, queda destituido de su natural fuerza procreativa, va contra la ley de Dios y contra la ley natural, y los que esto cometen se hacen culpables de un grave delito¨. (Pio XI)
Ahora, si hemos llegado a esta situación, es porque cuando se inició y empezó a manifestarse pública y permisivamente la homosexualidad y otros graves desacatos, la sociedad que, en gran mayoría, ha perdido el verdadero sentido de lo trascendente y se ha acostumbrado a mirar con indiferencia y disimulo la descomposición putrefacta de la sociedad no dio importancia. Mientras no le toquen su dinero y lo suyo, todo va bien.
La sociedad ha descuidado los valores humanos y cristianos y hemos llegado a una promiscuidad que arrastra, pero no al bien sino al mal. Los padres y todo educador, de cualquier línea o jerarquía, han sido culpables por su descuido y falta de comprensión de ésta degenerada conducta y otros pecados más. Nos espantamos de la pederastia, que al fin es el efecto de solapar actos contra natura: ¨La práctica de la homosexualidad, no la tendencia, por supuesto, lleva también camino de ser un pecado descatalogado¨.
Se habla mucho de los sacerdotes pederastas, con una exageración increíble. Es una información repetitiva y calumniosa porque, aunque hay algunos, en la realidad son casos aislados. Reflexionemos:
a)     Los medios de comunicación alardean demasiado el pecado de los sacerdotes, pero como buenos incrédulos, silencian los mismos pecados en otras instituciones.
b)     Hay una infiltración en la Iglesia, subrepticia, con el fin de hundir a la Barca de Pedro.
c)     El sacerdote es un hombre, que sale de entre los hombres, que no está confirmado en gracia y que puede caer.
d)     Sin embargo, me pregunto: ¿Por qué no publican la vida de tantos sacerdotes, que no sólo son buenos, sino Santos? Sacerdotes plenos de entrega y caridad que han existido en todas las épocas de la vida.
e)     Y, al mismo tiempo, ¿Por qué no se habla de otras instituciones, donde abunda el homosexualismo? Atacan a los sacerdotes, porque con ello, difaman a Dios y a su obra.
f)       En su gran ignorancia hablan mucho, de los pecados de la Iglesia: La Iglesia no tiene pecados Es Una. Santa, Católica y Apostólica, cuyo fundador y cabeza es JESUCRISTO. Siendo el Alma de la Iglesia, el ESPÍRITU SANTO. Los que pecamos somos los seres humanos quienes constituimos el Cuerpo Místico de la Iglesia Católica, pero a ella no alcanzamos a mancharla; aunque, desgraciadamente, la deshonramos.
¨La Tradición ha declarado siempre que los actos homosexuales, son intrínsecamente desordenados¨ (Congregación de la fe 1976). ¨La persona humana que haga actos contrarios a la ley natural, expone su salvación¨. (Catecismo 2357)
¨Es significativo que, en el Antiguo Testamento, por la dureza del hombre se aceptan algunas acciones; pero jamás se acepta el vicio sodomítico, que atrae inexorablemente el castigo de Dios. San Pablo, en el elenco del pecador que describen los paganos, dice, la práctica homosexual es pecado contra natura¨. (Romanos 1, 24-27)
Ha de entenderse que nosotros los católicos no despreciamos y menos odiamos a estos pecadores o a otros, pues sería soberbia de nuestra parte sabiendo que todos somos débiles y capaces de las peores acciones, sin la fuerza de Dios. Lo que sucede, es que no aceptamos su posición porque es dañina y a veces monstruosa; que no podemos decir sí, a lo que ha de decirse no. Diariamente pedimos, todos unidos a la Iglesia, porque estas gentes se conviertan a Dios y vuelvan al sendero de lo correcto, de lo establecido. No podemos hacer sociedad con ellos por el peligro de que esta malsana y antinatural conducta, crezca cada día más e invada aún a las más puras conciencias.

Homofobia

El término homofobia se refiere a la aversión (fobia del griego antiguo fobos-pánico contra hombres y mujeres homosexuales, bisexuales o transexuales).  El adjetivo es homófobo u homofóbico.
Homo: palabra que en latín significa hombre humano. No debe confundirse el prefijo en latín homo que significa hombre; con homo en griego, que es un elemento compositivo que tiene como significado la idea de “igual”. Esto quiere decir que dicho elemento permite generar vocablos compuestos a partir de su significado. Por ejemplo: la homosexualidad (Homo-sexualidad es una noción que hace referencia al deseo o actividad sexual entre personas de igual sexo).

Que somos homofóbicos:
¿Qué es la fobia?
La fobia es una aversión exagerada a algo o a alguien: puede ser un animal, una circunstancia, un hecho, una persona, etc. Dicha aversión no es antipatía o mala voluntad, es absolutamente instintiva y que va del miedo al terror sin que haya fundamento. La fobia no es un pecado, no es un defecto; sino una enfermedad que puede curar un psicólogo definitivamente. Pero no nos corresponde ahora adentrarnos al mal, suficiente es aclarar el concepto.
Sucede, que a quien no nos agrada ese fenómeno que rompe con el orden y que, lo señalamos, que queremos humanamente, con criterio sano y objetivo, que sea prohibida la homosexualidad, el lesbianismo y todo su entorno porque eso es antinatural y deforma a la sociedad, en todos los aspectos. Nos llaman homofóbicos. La homofobia es instintiva y nosotros usamos la razón, la homofobia no tiene más fundamento que la enfermedad ni más remedio que el médico o el psicólogo. Nosotros, en cambio, usamos el entendimiento iluminado por la fe, y nos fundamos en el orden establecido y en la contemplación de su rompimiento con la sociedad, y no necesitamos más medicina que nuestros buenos principios y valores y, sobre todo, la Gracia de Dios.
En cuanto al crimen que se realiza con los homosexuales, deben olvidarse de nosotros; ya que nosotros damos culto a la vida, no a la muerte. Lo que sucede es que entre ellos suelen matarse, porque como no hay amor, sino su fundamento es una desagradable y excesiva pasión sexual y erótica, y algunos son viciosos, llegan entre sí a matarse. Continuamente se sabe que los celos los llevan al crimen. Entre esta gente que ha roto con la Ley Natural, hay una deformación psíquica; ya que han tenido que luchar contra toda su naturaleza espiritual, psíquica, física, fisiológica…. Por tanto, sus pasiones, son terriblemente extremosas. También llega a suceder que aquellos niños o jóvenes, ya crecidos, a quienes han corrompido y que, por lo tanto, han perdido la dicha, la felicidad de su entorno, por la seducción de los degenerados, les llega un momento de desesperación y acuden a matarlos y, en ocasiones cruelmente.
La Discriminación. - ¿Que los discriminamos? Si la fobia es una enfermedad, la discriminación es un pecado basado en la soberbia y en la subjetividad. La discriminación da un trato, una consideración desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, económicos, culturales, políticos, etc.
Nosotros no estamos discriminando, les estamos señalando que eso no es normal, que eso los destruye y destruye a la sociedad; que no criticamos su condición económica, física, racial e incluso su miseria; pero que no podemos aceptarlos como algo común y normal dentro de la sociedad, porque están rompiendo, a ciencia y conciencia, el orden establecido dentro de la misma persona humana y de la sociedad en que vivimos; de igual manera que no podríamos dejar en el frutero, fruta descompuesta con fruta nueva y buena.
La Intolerancia. - Lo contrario de la intolerancia es la tolerancia y, para que sea verdadera tolerancia, tiene que estar bien equilibrada por la prudencia. La tolerancia no es complicidad, no es socia del mal. La tolerancia es inteligente, comprensiva y paciente, pero no pacta con el pecado, ni menos con este pecado, cuyo fin persigue la destrucción del orden natural y divino.

“Dad al César lo que es del César
y a Dios lo que es de Dios”

En este ambiente de abierta y franca democracia, quiero saber quién es el César, y, en concreto, qué se le da al César y qué se le da a Dios. Pues resulta, que yo ya perdí de vista qué toca al César y qué toca a Dios. En principio habría de reconocer que toda autoridad viene de Dios. Aunque en nuestra Constitución no se consideran los valores religiosos; sin embargo, dice la Sagrada Escritura: ¨que toda autoridad viene de Dios¨. Yo me pregunto: ¿una autoridad se reconoce como de Dios, cuando no sólo, no cree en Dios, sino lo combate?
Pero, bueno, sigamos en el tema principal: qué es de Dios y qué es del César. En mi ignorancia y poco conocimiento de estos temas, expreso con sencillez que, al César ha de corresponder el orden natural de un país, una economía estable, armónica, sin extremos de miseria. Impuestos en relación con la capacidad y necesidades del país. El orden, la paz, educando a la sociedad, de manera que haya un mayor entendimiento. Le corresponde el progreso material del país, la organización de personas honradas, para que ocupen todos los puestos relacionados, de una u otra forma, con el Máximo Gobierno. Debe interesarle que las cárceles no sean centros de corrupción y escandalosa explotación, sino escuelas de cambio y conversión. Espectáculos dignos que formen y no que deformen. Pero urgente y primaria es la educación, a través de los templos del saber, no me refiero exclusivamente a la impartición académica; sino que, todos los conocimientos sean un medio para educar, formar y madurar alumnos. Promoción de valores humanos y principios, para que no sucumba el hombre a los vicios, sino se eleve y eleve al país.
¿Qué toca a Dios? Fundamentalmente la creatura humana a quien El creo, a quien El conoce y a quien Él ha de conducir para su regreso a la Patria Celestial; por lo tanto, toca a Dios elevar con la Gracia lo interno del ser del hombre para que viva su fe: que conozca las leyes de Dios, las verdades que El enseña, la Ley Natural con que sello nuestras almas y la Ley Positiva que promulgó a través de Moisés. Para ello dejó a su Iglesia, a sus sacerdotes, a su culto…para que el hombre sea alimentado espiritualmente y camine por el sendero señalado por Dios. Para ello necesita la Iglesia y la creatura, libertad, respeto a sus creencias, a las buenas costumbres, hasta alcanzar la virtud. Por tanto, todo el que esto reprima, invada, estimule para el mal o conduzca al error, está invadiendo lo que toca a Dios.
Al confirmar el aborto, la eutanasia, la anticoncepción, la suplantación de familia, los matrimonios gay, con la libertad de adoptar niños, y muchas cosas más, no está el César, dando a Dios lo que es de Dios.

El Libro de Texto

Impresionada terriblemente por el decreto que dio el Señor Peña Nieto… Aún no salía yo de mi sorpresa, cuando fui informada del Libro de Texto sexual que va a repartirse en las escuelas, desde el Primer Grado de enseñanza. Por tanto, este embate de degeneración para los niños, a través del Libro de Sexo, pisotea totalmente los Derechos de Dios.
¿Por qué se escandalizan, se enojan y reprimen a los Ministros de Dios, por que defienden lo que es de Dios?
¡A qué grado llega llega el hombre cuando tiene poder! ¡Qué mal uso hace de él!
Después de conocer este nuevo ataque de perversión a los niños, a través de un Libro de Texto, he quedado rendida de dolor.
¿Cómo perturbar así la inocencia de los niños?
¿Cómo acabar con la felicidad, la pureza y blancura de los inocentes?
Todos los que han proyectado, ya hace muchas décadas, la destrucción de valores humanos y principios de la sociedad y que, ahora se empeñan diabólicamente en destruir el candor infantil, en asesinar todo ideal moral y elevado de los jóvenes, me conduce a meditar y me interrogo:
¿Estos habrán sido niños y tendrían conocimiento de lo que es la inocencia y la pureza de un hogar?
¿Cuáles habrán sido sus principios, cómo era su ambiente familiar?
¿Qué fue de su cuna y de su hogar?
O bien, ¿Cuáles eran sus compromisos con el destructor voluntario, satanás, para derrocar a Cristo y a su Iglesia?
¿Cómo quedar en silencio contemplando el derrumbe del gran edificio, del Cuerpo de la Iglesia, y con ello, de todo un declive la la sociedad mundial? Y también me pregunto: ¿Quiénes esto acuerdan no tienen hijos? ¿No les importa, acaso, que sus hijos caigan en el mismo pozo?
Y no sólo es México en esta degeneración, nos preceden los estados Unidos de América, Europa y otros Continentes.
Con este Libro de Texto, sobre la sexualidad para las escuelas, se confirma que nadie nace homosexual, que los hacen o se hacen. No nos toca por ahora hablar sobre las causas; ya será en otros escritos. Pero si sabemos y está confirmado científicamente, que no es un género, ni menos una enfermedad psíquica o fisiológica. Repito es una degeneración que tiene motivos múltiples, que no están en el cuerpo ni en las hormonas de la persona. Sólo admitimos que existe, descubierta, no hace mucho, una alteración psíquica de niños que sufren de Distoria de Género. Conocido como Trastorno de Identidad de Género, es un trastorno mental que puede superarse.
Terminamos como iniciamos: ¨La dignidad, los derechos y deberes del hogar familiar, establecido por Dios mismo como célula de la sociedad son, por ello mismo, tan antiguos como nuevos; independientes del poder del estado que debería protegerlos y defenderlos y se hayan amenazados: derechos y deberes igualmente sagrados en todas las épocas de la historia¨. (Pio XI).
Sí queremos ver un mundo mejor, hagámonos mejores cada uno de nosotros y volvamos a las Fuentes Primitivas de la Fe Católica en relación con los Mandamiento de la Ley de Dios, de los Sacramentos y de la Gracia Santificante. Vivir el Santo Sacrificio de la Misa donde Cristo de inmola y adorar de rodillas a Jesús Eucaristía recibiéndolo con unción y sólo en Gracia de Dios. No más sacrilegios, no más faltas de respeto y el mundo cambiara.


                                                           Sor Clotilde.

viernes, 17 de junio de 2016




           Concepto y Término o Palabra.


Es inconcebible que, al analizar el derrumbe estrepitoso de valores, tengamos que concluir que la corrupción y división entre término y concepto ha sido una táctica que los enemigos de Dios, de la Iglesia y del hombre, han usado para confundir a la humanidad. Degradan los conceptos, los invierten, los hacen confusos dejando intacta la palabra o término. Fascínale al hombre la libertad, por ser una propiedad que posee su misma naturaleza; entonces, los aludidos enemigos, dejan invariable el término libertad, pero cambian la esencia del concepto y lo transmutan por libertinaje y así al libertinaje se le llama hoy libertad.

Han tomado los términos, no solo más usuales y que conforman, de alguna manera, la vida del hombre sobre la tierra; sino sobre todo aquellos, cuya confusión o acierto trascienden, no sólo a la vida terrena, sino lo que es peor, a la vida eterna.

Al permanecer el mismo término o palabra, cambiándole el significado que es la esencia del concepto, han conducido, no únicamente a los jóvenes, sino a ciertas remotas generaciones, al caos.

Veamos: los jóvenes de hace 20 años, 10 años y los jóvenes del momento presente, ya no son dueños de una conciencia clara, de un criterio nítido; sino ya confundidos, quedan posteriormente asentados en el error: ¨dime cómo y qué piensas y te diré, no nada más quien eres, sino cómo actúas¨. Se concluye cómo este enfrentamiento de identidad entre la palabra, y el concepto, entre otras cosas, ha sido determinante en las costumbres, no solo las ha relajado, sino las ha degenerado.

Además de la división lograda entre generaciones, rotas las estructuras, atacados los cimientos, la obra se bambolea y se derrumba…
Ahora con brevedad y sencillez, procuraremos explicar la palabra o término y lo que es el concepto. Por ejemplo:

El entendimiento abstrae la idea verdadera de honestidad.
El entendimiento concibe esa idea de honestidad.
El entendimiento, ya tiene en sí la esencia de lo que es el concepto de honestidad.
En seguida viene la expresión hacia el exterior con la palabra o término, que ha de estar perfectamente adecuado a la esencia, que es el concepto.

El concepto en sí, siempre es objetivo, porque concibe del ser, de la cosa, del hecho, de la circunstancia, su propia esencia. Pero, cuando el hombre equivoca, por ignorancia o maldad el concepto, llamamos a ese concepto subjetivo; porque la interpretación viene del juicio del sujeto, sin tomar el objeto mismo.

El concepto concibe la esencia del ser, del hecho, de la circunstancia, etc. La palabra o término sólo es medio de expresión, así que, desgraciadamente, cuando la palabra o término ya no se identifica con el concepto, se cae en el error y se propaga.

Como experiencia muy amarga tenemos, ya hace muchos años, que el concepto sublime del Amor, que se propaga por medio de la palabra y, por tanto, apoya los hechos, se aplica erróneamente a las más bajas pasiones y se circunscribe a bajas particularidades, siendo un concepto universal cuyo principio y fin tiene sabor a eternidad.
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Comunico a los amigos que seguiremos, posteriormente, con ¨El árbol de la Educación¨; pero antes, como lo prometimos, presentaremos ¨La Homosexualidad¨, advirtiendo que, al encontrarle a este tema dos errores, tuvimos que dejarlo para media semana. Mientras tanto, envío este pequeño escrito para que mediten en la necesidad de distinguir, entre concepto y término o palabra, que es sumamente importante; pues estamos dando al concepto, a la esencia, un nombre falso que no le corresponde.
                                                          

                                                   
                                                         Sor Clotilde.






sábado, 11 de junio de 2016








                                                        El Árbol de la Educación.

                                                                                    Por Sor Clotilde García Espejel.

La obra más olvidada, confundida y falseada, tanto en lo especulativo como en lo práctico, es la imprescindible ¨Obra de la Educación¨.
Con múltiples pretextos, entre ellos una dolosa y malsana comprensión, se ha permitido al educando desarrollar más el instinto que toda su potencialidad superior. Uno de los pretextos más sofísticos y engañosos, para no educar, es el falaz respeto a la libertad del educando.
Se ha interpretado que el adiestramiento, el tecnologismo, la instrucción escolar que, además es deficiente y limitada, es igual que la educación; cuando solo es parte de la misma. La urbanidad, elemento que matiza y embellece la educación, está sepultada, considerada como uno de tantos tabúes que obstaculizan la ¨realización¨ del hombre.
Además, a los educadores ya no les importa educar:  los padres de familia que es a quienes compete esencial y primariamente la educación, han perdido no sólo el sentido, sino el interés por el cultivo auténtico de los hijos. Es demasiado trabajo educar hijos, cuando el mundo ofrece un sinfín de placeres y satisfacciones.
Los maestros: nombre, profesión, misión, destino incomparable, pero que ya es de gran tamaño para los profesores de hoy que, o sólo se dedican a sus materias, o ni eso, sino simplemente a dejar pasar el tiempo. Amén de otros muchos que, integrados a la educación, han olvidado su deber y dejan que el mundo camine ¨libremente¨ hacia equivocada meta.
No se reflexiona que la educación es la obra más hermosa, más sublime, necesaria e imprescindible:
Es la más hermosa porque tiene como objeto al hombre que es educado por el mismo hombre. El hombre, creado a imagen y semejanza del mismo Dios, constituye lo más bello de la creación: ¨lo hiciste poco menor que los Angeles¨ (SalmoVIII,6).
 Es lo más sublime, porque su fin no se entierra en el tiempo, sino trasciende a la eternidad. Al hombre ha de transformarse, mediante la educación, para que camine en derechura al Cielo.
Es imprescindible, pues el hombre, creatura de Dios, ha de llegar a su Creador realizando la voluntad divina, que quiere que, con la gracia alcance su perfección y esa perfección ha de realizarse con el auxilio de la educación humana y cristiana. El hombre tiene mucho que vencer, pues está herido de la concupiscencia por el pecado original. El ser humano tiene, necesariamente, que sufrir modificaciones, aprendiendo, corrigiéndose, enderezándose y, esto lo logra la educación.
Es Necesaria: imposible una sociedad justa, armónica, en paz, sin una verdadera y esencial educación.
Es Universal, ya que es para todo hombre y de todo el hombre, desde el principio del tiempo, hasta el fin del mismo.
¨Educar es sanar, desenvolver, dignificar, redimir, salvar. Siendo esto así, ¿Dónde habrá cosa que más valga? ¿Qué oficio, que profesión, que servicio más grato a Dios y más útil para los hombres puede haber que el del educador, y sobre todo si es cristiano? Salvar almas y cuerpos, hombres y pueblos, ¿Dónde cabe una misión más alta? ¿No será la educación la obra de caridad y humanidad más sublime, el pensamiento más elevado que puede germinar en un cerebro, el sentimiento más noble y benéfico de un corazón humano, la obra más trascendental de política que cabe en un estadista honrado y la preocupación más santa de un padre, de un sacerdote y de un maestro? La educación, tomada en el más amplio, noble y levantado sentido de la palabra es como una segunda creación, en cuanto completa y perfecciona la obra de la creación primera, deteriorada por el pecado. (Andrés Manjón ¨Hojas del Ave María¨)
¡Ay…Ay de aquellos que tuercen la educación y la falsifican con fines perversos! ¡Pobres de aquellos que en lugar de conducir a los educandos por el camino excelso, los corrompen, los escandalizan y los pierden! Ya hablaremos a su tiempo, en los próximos artículos, de estos criminales de la educación.
¨Educar es dar al cuerpo y al alma la belleza de que son susceptibles¨ (Platón) Con la seguridad de que en el próximo articulo expondremos, con amplitud, qué es la educación, quisiera analizar someramente esta preciosa definición del gran Filósofo griego:
¨Educar es dar al cuerpo y al alma¨ el hombre no es solo materia, ni únicamente espíritu, es un ser en quien la materia y el espíritu unidos substancialmente conforman a la creatura racional, cuya vida no es sólo como la de los vegetales, vegetativa, ni exclusivamente sensitiva, como la de los animales; no; el hombre tiene una vida racional en la cual se integran armónicamente, la vida vegetativa y la vida sensitiva; pero indudablemente que si hablamos de armonía, es porque cada una guarda su lugar y siempre en dependencia de la vida racional, que ha de conservarlas bajo su propio control y dominio para que sea ejemplar unidad. El cuerpo con sus instintos ha de estar sujeto a la razón. Pero ese ser racional, cuya alma está hecha a imagen y semejanza de Dios, no solo tiene una vida natural, pues el alma posee un destino superior a la razón, que es la vida sobrenatural de la gracia, vida divina que es fundamento de perfección y, al mismo tiempo, conformación y matiz del hombre. Vida que lo hace vivir en el tiempo adecuadamente y lo encamina hacia la única y verdadera vida que es el Cielo.
¨La belleza de que son susceptibles¨: en lo particular, conducir a los educandos en su formación y respetando al mismo tiempo, su propio temperamento, sus peculiaridades, su íntima forma de ser y sentir; así como la vocación especial que Dios le ha designado en esta vida, como medio para la vida eterna. Pero, decir respetar, quiere decir, no destruir, no romper; pero no indica aceptación, disimulo y adecuación a los defectos y limitaciones del educando, pues eso ya no es educar. En lo universal, tomar en cuenta que no estamos educando a seres puramente racionales, sino a creaturas de Dios, que tienen un destino universal en el más allá, que son los Cielos Eternos.
Formemos, no deformemos, y formemos no solo hombres de bien; sino caballeros cristianos, cuya mirada se proyecte a horizontes infinitos, sin olvidar que se vive en el destierro.

Estos artículos se continuarán. Procuraré resumir mi ¨Libro¨: ¨El Árbol de la Educación¨. Advirtiéndoles, que entre este escrito y el siguiente, me permitiré exponer algo sobre el ¨Homosexualismo¨.

                                                 Sor Clotilde García Espejel.






sábado, 4 de junio de 2016







Hoy, sábado primero de mes y conmemoración de la festividad del ¨Dulce Corazón de María¨. Pidámosle al Inmaculado Corazón de la Madre Universal por la Iglesia, por la patria, por el mundo y, por nosotros mismos.

  ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios.

Ante vuestro trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón nos entregamos, no sólo en unión con la santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y se desangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades.

Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en horrenda carnicería, tantos en peligro de perderse eternamente.

Vos, Madre de Misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el Reino de Dios.

Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concededles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: ¨Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad¨.

Dad paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquéllos que os profesan singular devoción, en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada Imagen (hoy quizás oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo, bajo el único verdadero Pastor.

Obtened paz y libertad completa para la Iglesia santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo: fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios.

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en el cual solo pueden hallar la verdad, la Vida y la Paz.


                                                 
                                                   Su Santidad Pio XII.






jueves, 2 de junio de 2016




 ¨HE AHÍ EL CORAZÓN QUE TANTO HA AMADO A LOS HOMBRES¨



¨Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón¨. (san Mateo, 11,29).

El corazón ha sido para todos los pueblos el símbolo del amor, de la vida. Nuestro divino Redentor quiso también manifestarse amoroso, promoviendo la devoción a ese órgano vital de su cuerpo humano.

En el siglo XVI, el Calvinismo y en el siglo XVII el Jansenismo habían predicado un cristianismo desfigurado. En lugar del amor universal de Dios que entrega su hijo para la salvación de los hombres, no había más que miedo y angustia ante el pensamiento de la exclusión inexorable para una gran parte de la humanidad.

A estas negaciones opuso siempre la Iglesia el amor infinito del Salvador muerto en la cruz por todos los hombres. La institución de la fiesta del Sagrado Corazón debía contribuir muy pronto a crear entre los fieles una poderosa corriente de devoción, que desde entonces no ha cesado de desarrollarse.

San Juan Eudes había compuesto ya un primer oficio con su misa. Pero fue en el año 1675 a raíz de las apariciones de nuestro Señor a Santa María Margarita, cuando se instituyó la fiesta. En 1856 Pío IX la extendió a la Iglesia Universal, y en 1928 Pio XI la elevó al rango de primera clase.

¨No podemos desconocer que, a Santa Gertrudis, a principios del siglo XIV se le apareció el Señor acompañado de Juan Evangelista, y éste le dijo que reclinara su cabeza sobre el pecho del maestro para oír los latidos de su Sacratísimo Corazón como él los había sentido en la última cena; pero que no pudo entonces hablar de ellos, pues semejante manifestación estaba reservada a estos postreros tiempos, en que se había de enfriar en el mundo la caridad¨.

Pero la gran confidente del Sagrado Corazón fue Santa Margarita María de Alacoque en su convento de Paray-Le-Monial, Francia; en dos años, que dan de 1673 a 1675, apareciósele Jesús varias veces y le mostro su Corazón radiante de resplandores, abierta la llaga, rodeado de la Corona de Espinas y con una Cruz encima, y le hizo doce promesas, que son las siguientes:

1ª.-Para todos los devotos, en general, de su Sagrado Corazón: ¨yo les distribuiré abundantemente las gracias y misericordias de mi Corazón¨.

2ª.-Por el culto a la imagen del Sagrado Corazón: ¨derramaré abundantemente los dones de mi Corazón donde quiera que sea venerada y sobre cuantos honren la Imagen de mi Corazón¨.

3ª.- Por la fiesta del Sagrado Corazón: ¨mi corazón derramará con abundancia los afectos de su divino amor sobre cuantos se consagren a El, y tendré cuidado de ellos y ninguno perecerá.

4ª.- Por la consagración: ¨mi Corazón derramará con abundancia los afectos de su divino amor sobre cuantos le rindan éste honor y procuren le sea rendido por los demás.

5ª.- Para los celadores del culto al Sagrado Corazón: ¨aquellos que propaguen esta devoción, tendrán su nombre escrito en mi Corazón y no será borrado jamás.

6ª.- Para las religiosas: ¨Mi Corazón esparcirá su ardiente caridad sobre las comunidades que le honren y se pongan bajo su protección¨.

7ª.- Para los sacerdotes: tendrán el don de convertir los corazones más endurecidos¨.

8ª.- Para los cristianos: ¨ellos encontrarán en esta devoción todas las ayudas necesarias para su estado¨.

9ª.- Para las familias: ¨protegeré y ayudaré a toda la familia que acuda a mi Divino Corazón¨.

10ª.- Para quienes buscan la perfección: ¨llegarán rapidísimamente a la más alta perfección¨.

11ª.- Para los pecadores: ¨encontrarán en mi Corazón un asilo seguro contra la divina justicia, el camino de la salvación y la vida del alma¨.

12ª.- Para quien comulgue nueve primeros viernes de mes consecutivos: ¨ellos no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los sacramentos, y sirviéndoles mi Corazón de asilo seguro en aquel extremo momento¨.

No se crea que después de comulgar los nueve primeros viernes de mes ya son suficientes para salvarse. Lo que el Corazón de Jesús ofrece, es que quien haga estos nueve viernes primeros del mes tendrán gracias especiales para luchar contra el enemigo y poder vivir una vida cristiana. Indudablemente que el Corazón de Jesús luchará con denuedo por esa alma.


Las apariciones y promesas que diera Nuestro Señor a Santa Margarita María de Alacoque, no son un dogma, pero no pueden negarse, por la sencilla razón que si la canonización de Santa Margarita María, fue una proclamación del Papa, no podemos ni puede nadie pensar que la Santa hubiera mentido, pues si esas apariciones y sus mensajes fueran sólo un invento de la Santa, la Iglesia no podría haberla canonizado. 

Cuando canonizan a un Santo, dan veracidad y confirmación a sus relatos y escritos.
Advirtiendo, que la Santa Sede no procede a una canonización sin haber hecho un estudio exhaustivo de las obras de los Santos. Las apariciones a Margarita María de Alacoque, del Sagrado Corazón y, juntamente sus promesas, no son un dogma pero sí una verdad respaldada por la Santa Madre Iglesia.

Por tánto, es menester que en ésta vorágine que hará historia, los católicos realicen sus nueve primeros viernes: hay que confesarse y comulgar el primer viernes de cada mes. Esta saludable costumbre, por la fervorosa devoción al Sagrado Corazón de Jesús, podrá salvar, de alguna manera, a nuestra patria que se hunde, así como desagraviar al Sagrado Corazón de Jesús.

Todos buscamos una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y las hay muy hermosas, en muchos hogares, a pesar de las miserias humanas no falta la amante Imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Pero yo los invito a que ya no solamente veneremos una imagen, sino adoremos al Corazón de carne, que es el Corazón de Cristo. Avivemos nuestra fe, y cuando vayamos al Sagrario donde está Cristo, el Cristo que vivió en la tierra y que ahora está a la derecha del Padre, y que en el sagrario permanece con su Cuerpo con su sangre, con su Alma, y con su Divinidad y al hablar de su Cuerpo hallaremos su Corazón. Reavivemos nuestra fe, penetremos el Sagrario, y encontraremos un Corazón vivo, sano, radiante, infinitamente amoroso y ese es el Corazón de Jesús.

Igualmente, cuando comulguemos, cerremos los ojos, penetremos nuestro ser y encontraremos que el Corazón de Cristo Dios y Hombre, se une al Corazón de la Creatura. Vivamos con fervor la sagrada comunión en el Corazón de Cristo nuestro Señor.



                                                        Sor Clotilde.