miércoles, 2 de abril de 2014

Desequilibrio del hombre por el pecado (cont).

LA LEY. 


Ley, en general, es el mandato racional encaminado al bien común por quien tiene a su cargo la comunidad.

Se dice mandato, porque tiene fuerza obligatoria; es decir: hay que obedecerla bajo sanción.

Racional: porque ese mandato ha de ser objeto razonable, dictado para el bien de todos. No ha de perjudicar a unos, y beneficiar a otros. Por ejemplo: la ley robles sobre el aborto: esta ley no beneficia a nadie, antes arremete y corrompe: pues por un lado se asesina a un indefenso quitándole la oportunidad de vivir, pisoteando así el fundamental derecho a la vida, que es base de otros derechos, para lograr la Eternidad. Por otro lado, convierte a una madre en asesina del propio hijo que lleva en su ser, eso afecta directamente a la misma Ley Natural. Al hijo se le arrancó la vida y a la Madre se le corrompió y se le alteró el equilibrio de su ser, y el ánimo de vivir.

Por quien tiene a su cargo la Comunidad: Claro que quien tiene a su cargo la comunidad, ha de ser elegido con honestidad, identificándose con los gobernados en sólidos valores y sanas costumbres.

Además, toda Ley, si es Ley, guarda sus condiciones:

a) Honesta, no debe oponerse al bien, ni a otra Ley o derecho superior; 

b) útil, que tenga beneficio positivo a la comunidad; 

c) posible, es decir, que tal Ley esté apropiada a las condiciones y capacidades del pueblo que habrá de practicarlas; 

d) promulgada, si no se promulga, no se cumple, pues el que no la conoce, no tiene obligación de cumplirla.

Ahora pregunto: ¿La Ley del aborto es racional? ¿es para el bien común? ¿es honesta, útil y posible? ¿ Se identifica acaso con el Pueblo Católico? Olvida la que dictó la Ley, que nuestra identidad es católica y no materialista y que nació la Patria a través del Evangelio y de la Santísima Virgen de Guadalupe, y no en la oscuridad gnóstica ni en las tinieblas del frío comunismo materialista.

Clasificación de la Ley: Vamos a penetrar el tema, sobre la Ley, que nos es vivamente interesante; veamos: La Ley de Dios: se divide en Eterna, Natural y Positiva.

La Ley Eterna dice San Agustín: "es la razón y la voluntad de Dios que manda que el orden natural sea observado y prohíbe sea vulnerado".

"La Ley Eterna es la voluntad santa de Dios, que dirigida por su Sabiduría, ordena observar el orden establecido por El y prohíbe su violación" (P. Faría).

Como observamos, el fundamento de esta Ley Eterna está en el mismo Dios, quien es eterno y que con esta Ley encamina a sus creaturas al fin que el mismo ha señalado, siempre respetando el Libre albedrío.

Por tanto, como la Ley natural es la misma Ley Eterna, en cuanto Dios la dejo impresa en sus creaturas, las propiedades de ambas son las mismas:

a) inmutables, no pueden cambiarse; 

b) universales; ya que afectan a todas las creaturas;

c) absolutas, ninguna otra ley puede dispensarlas o derogarlas.

Así que la Ley Eterna es el sustento infinitamente sólido de toda moral y ella determina que lo bueno es aquello que esté de acuerdo con la sabia ordenación divina y lo que se haga en contra, es malo.

Para entender con claridad esta Ley Eterna y esta Ley Natural, expresamos estas sencillas ideas del Padre Julio Bonato:

"Dios estableció en la naturaleza un orden, y quiere que sea observado. Esta idea divina que se realiza en el orden creado es la Ley Eterna: 

Este orden existe para todas las criaturas: una piedra lanzada hacia arriba vuelve a caer porque obedece a la ley de la gravedad; cada año se cubre de flores la naturaleza al llegar la Primavera porque obedece a las leyes naturales de los vegetales; la golondrina construye su nido durante la primavera, y emigra al llegar el otoño, es que obedece al instinto".

Asimismo, hay un orden en el hombre que se llama Ley Natural y que abarca a todo el hombre, y se manifiesta por la conciencia. Esta Ley Natural tiene la edad del hombre.

"La Ley natural, Ley verdadera, es la recta razón en conformidad con la naturaleza difundida entre todos los pueblos, es constante y eterna, tal, que mandato invita al deber y prohibiendo aleja el mal, pero de manera que no manda y prohíbe en vano a los buenos, ni mueve mandato prohibiendo a los malos. Esta Ley no se puede modificar, no puede ser derogada, ni puede ser abolida, ni dispensarnos de ella por ningún decreto. Hoy y mañana regirá en el mundo una Ley Eterna e inmutable y todos los hombres tendrán siempre por común Maestro y Señor a sólo Dios, quien ha instituido, ha inculcado, y ha sancionado esa Ley. Quien no la obedezca renegará de sí mismo y por haberla ultrajado sufrirá tremendos castigos ... (Cicerón de "La República" III, 1) .

El hombre para pervertirse tiene, necesariamente, que romper con la Ley Natural. Es doloroso confirmar cómo el entendimiento y la voluntad del hombre con su libre elección, han sido usados para romper la Ley natural y corromper el corazón.

Presentemos aquí algunos principios de la Ley natural: 

"no hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo", 
"no violes derechos y menos con engaños", 
"respeta tu vida y la ajena", 
"La Madre, el Padre, los hijos, los hermanos deben ser amados con amor puro y de sangre, pero jamás, con instinto pasional que lleva al incesto y que es uno de los pecados mas graves contra la Ley Natural", 
"la pérdida del pudor hasta llegar al público desnudismo",
"los actos íntimos y deshonestos que se realizan en público, sean verdaderos o escenificados",
 "El homosexualismo, otro de los mas graves pecados contra la naturaleza, etc., etc.