martes, 28 de julio de 2015

La Esencia del Cristianismo es la Vida de la Gracia(cont.)

¿Cuántos son los Sacramentos?

Siete: Bautismo, Confirmación, Penitencia o Confesión, Comunión, Unción de los enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio.

Por el Bautismo se nace a la Vida Espiritual.
Por la Confirmación crece y se fortifica esa vida.
Por la Eucaristía se alimenta.
Por la Penitencia se curan sus enfermedades.
Por la Unción de los enfermos se prepara a la muerte.
Y por el Orden Sacerdotal y el Matrimonio es regida la sociedad de la Iglesia y se conserva y acrecienta tanto en el cuerpo como en el Espíritu ( Cfr. Suma Teol. III 9.61,9,1 ).

¿Como se dividen los sacramentos?

A) Por razón de quien los recibe:

    a) Sacramentos de vivos, considerando que el que ha de recibirlos ha de estar en gracia o no puede recibirlos; por ello se llaman Sacramentos de vivos, porque no pueden darse a quien no esté en gracia y son: Confirmación, Comunión, Unción de los enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio.

    b) Sacramentos de muertos, instituidos para dar vida a los que están muertos por el pecado, sea éste original o sea Mortal, y son: Bautismo y Confesión o Penitencia. Estos dan la gracia y la restituyen.

B) Por razón de sus efectos:

     a) Sacramentos que imprimen carácter: Bautismo, Confirmación y Orden Sagrado. Quiere decir que no pueden repetirse dos veces en el mismo sujeto.

     b) Sacramentos que no imprimen carácter: porque su efecto no perdura indeleblemente en el alma; la Confesión o Penitencia, la Sagrada Comunión, la Unción de los enfermos y el Matrimonio, advirtiendo que este último sólo puede repetirse si el anterior no se hubiera efectuado, o bien, quedara viudo alguno de los cónyuges.

¿Qué orden se sigue en los Sacramentos?

1. - Por razón de su misma naturaleza o generación, según el Concilio de Trento: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia o Confesión, Unción de los enfermos, Orden Sacerdotal y Matrimonio.

"1.- Los Sacramentos que se ordenan al individuo son primero que los que se ordenan a la Sociedad, puesto que la Sociedad se compone de individuos y no al revés", y son los siguientes:

a) Entre los que se ordenan al individuo son primero los que le dan la vida de suyo : (Bautismo, Confirmación, Eucaristía).

b) En seguida los que le devuelven la vida o le sanan: (penitencia o Confesión, y Unción de los enfermos).

2.- Y entre los que se ordenan a la sociedad:

a) Es antes el que se refiere a la Sociedad Sagrada: (Orden Sacerdotal).


b) Después el que se refiere a la sociedad puramente natural: (Matrimonio). 

lunes, 27 de julio de 2015

La Esencia del Cristianismo es la Vida de la Gracia(cont.)

S A C R A M E N TOS

¿Que son los Sacramentos?

Los Sacramentos son signos sensibles, instituidos por Nuestro Señor Jesucristo para darnos la Gracia, las Virtudes y los Dones del Espíritu Santo.

1.- ¿Por qué se dicen signos? Porque significan o representan la gracia que comunican al alma.

2.- ¿Por qué se dice que son sensibles? Porque se perciben por los sentidos la materia y forma del Sacramento.

3.- ¿Por qué decimos que Cristo es el Autor? Creemos que los Sacramentos fueron instituidos por Nuestro Señor Jesucristo: Nos lo enseña el Magisterio Eclesiástico mediante la Sagrada Escritura y la Tradición Apostólica. Sólo Dios es el Autor, sólo Él es la causa primera o principal de los Sacramentos, sólo Él puede dar la Gracia y sólo Él puede Vincular la Gracia a los signos sensibles.

Si faltase la Institución de Cristo, o el signo sensible, o el poder de producir la Gracia, dejaría de ser Sacramento.

Bautismo: Mt. 28:19, Mc. 16:16; Juan 3:5

Confirmación: Hechos 8:17; 19:6.

Eucaristía: Mt. 26:26,28; Mc. 14:22,24; Luc 22:19, 20; 18 Cor 11: 24, 25.

Penitencia: Jn: 22,23: Mat. 46: 19; 18:18; cf. 19:28.

Unción de los enfermos: Mc. 6: 13; Sant. 5: 14.

Orden Sacerdotal: Luc. 22: 19; I Cor.l1:24 - 25; I Tim. 4: 14; 5:22; 11 a Tim. 1:6.-

Matrimonio: Mt. 19:6, Efesios 5:22-33.

"Si alguno dijere que los Sacramentos de la Nueva Ley son más o menos de siete, sea anatema"  (Dz 844).

¿Por qué decimos que producen la Gracia?


Porque es comunicada a ellos por el mismo Cristo, es decir en virtud de la Institución del mismo Cristo. No puede cambiarse la esencia de los Sacramentos: La Iglesia no podría cambiar su esencia, ni establecer otros nuevos, porque no serían Sacramentos; ya que los signos sensibles serían falsos, no corresponderían a ninguna realidad, no serían de institución divina y, por consiguiente, no serían fuente de Gracia y energía Espiritual.

viernes, 24 de julio de 2015

La Esencia del Cristianismo es la Vida de la Gracia(cont.)

¿Qué es la Gracia Santificante o Habitual?

La Gracia Santificante o Habitual, es la Gracia que, como cualidad, permanece en el alma, comunicándole la Vida Sobrenatural. La Gracia Santificante es un Don Sobrenatural inherente al alma, es decir: habitual; nos hace santos, o sea justos, hijos adoptivos y amigos de Dios y herederos del Cielo. Es un don gratuito porque la primera Gracia, estando nosotros con el Pecado Original, no la podemos merecer. Es infundido y aumentado por Dios en nuestra alma cuando recibimos los Sacramentos. La Gracia Santificante no va a las facultades. sino a la esencia del alma, así como la vida no se dirige a solo un miembro, sino a todo el cuerpo. 

¿Qué es la Vida Sobrenatural?

Vida Sobrenatural es la que resulta de la unión del alma con Dios por la Gracia Santificante y las Virtudes de la Fe, la Esperanza y la Caridad: "No soy yo quien vive, sino es Cristo quien vive en mí" (Gal. 11,20).

La Vida Sobrenatural es la vida de Dios comunicada a nuestras almas mediante la Gracia. Si de la vida natural del hombre que es la vida humana, racional, Dios eleva esa racionalidad a una vida de Fe sobrenatural que lo pone en relación con Dios, puede vivir de alguna manera con Dios, en Dios y para Dios; algo que no podría hacer con solo su vida humana, que es la vida natural en el hombre.

¿Cuáles son los efectos de la Gracia Santificante?

1.- Nos hace justos, destruyendo en nosotros el pecado. Este paso del estado de pecado al estado de justicia se llama: "justificación".

2.- Nos hace hijos de Dios. Pues de simples siervos pasamos a ser sus hijos.

3. - Nos da derecho al Cielo: de otra forma sería imposible alcanzarlo.

4.- Sin la Gracia Santificante, nuestras mejores obras son pobres, ya que ella hace meritorias todas las obras.

a) Las eleva a un orden sobrenatural, en cuya virtud puede producir un acrecentamiento de gracia y de gloria
.
b) Obras, palabras, pensamientos, obras de caridad, sufrimiento... son motivo de gloria de Dios, acrecentamiento de Gracia. En cambio, sin la Gracia Santificante, las obras más insignes no merecen nada en orden al Cielo: "Aunque yo distribuyese todos mis bienes (para el sustento de los pobres), sin la caridad (amistad, unión con Dios), no me sirve de nada"       (I Cor. XIII, 3).

5.- Al ser infundida en un alma, la Gracia Santificante trae consigo las Virtudes Teologales Infusas: FE, ESPERANZA Y CARIDAD.

6.- Todo hombre justo que vive en la Gracia Santificante tiene en su alma la            INHABITACIÓN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, Por la Gracia somos hechos "partícipes de la Naturaleza Divina" ( II Pedro I, 4).

¿Dios es la misma Gracia?

La Gracia que se nos da no es el mismo Dios. La Gracia es un regalo de Dios que nos asemeja a El. La Naturaleza Divina no se nos participa esencialmente – pues la esencia divina es incomunicable –sino accidentalmente; en el sentido de que Dios imprime en el alma una cualidad, que no la convierte en Dios, pero le da la capacidad de contemplar y gozar y amar a Dios, operaciones propias de Dios mismo. "Hagamos al hombre a Imagen y Semejanza nuestra", puesto que el hombre creado en Gracia Santificante, fue creado a Imagen y Semejanza de Dios. Esa es la auténtica semejanza; esta es la auténtica "participación de la Naturaleza Divina".

¿Cómo se aumenta la Gracia Santificante?

Se aumenta en el alma por la digna recepción de los Sacramentos, por la oración y por toda clase de buenas obras, pero sólo se recobra con la Confesión, el Sacramento de la Penitencia o Confesión, o, en casos particulares, por un acto de contrición perfecta; pero sólo en determinadas circunstancias; no a capricho. Por ello son inválidas e ilícitas las absoluciones generales que no llenen los requisitos que la Iglesia Madre ha dado por siglos.

¿Por qué se Pierde la Gracia Santificante?

Por cualquier pecado mortal. y se debilita con el pecado venial.

¿Cómo se recobra la Gracia Santificante?

La Gracia Santificante se recobra por el Sacramento de la Penitencia o por un acto de Contrición perfecta, como antes ya explicamos.

Busquemos la Gracia Santificante


Abracemonos con ella, no la perdamos para que así nos llamemos con santo orgullo Cristianos: "Creced en la Gracia" (II Pedro III,18). "Te exhorto a que vivas la Gracia de Dios que reside en ti"     ( II Tim. I,16).

viernes, 17 de julio de 2015

La Esencia del Cristianismo es la Vida de la Gracia(cont.)

LA GRACIA
Introducción

Cuando Dios creó al hombre, no sólo lo hizo armónico y hermoso, sino que, además de los dones preternaturales, le regaló con la Gracia Santificante, una alma en estado de amistad con Dios, de pureza, de limpieza casi angelical, pero el hombre, por una tentación diabólica, perdió la Gracia Santificante, además de los otros dones, y fue necesario que el mismo Verbo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, tomara naturaleza humana por obra y gracia del Espíritu Santo - Tercera  Persona de la Santísima Trinidad - , en el vientre virginal de la Santísima Virgen María, quedando Ella siempre virgen y verdadera madre de Dios.

"Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros " (Jn. I - 14) A este Verbo Encamado llamamos Jesucristo: verdadero Dios y verdadero Hombre.

Jesucristo, nuestro Redentor y Salvador, nació en un pesebre y vivió con la Santísima Virgen y el Señor San José, sujeto a Ellos.

A los treinta años se fue al desierto durante cuarenta días y cuarenta noches, en ayuno, oración y penitencia para prepararse a su Vida Apostólica. Sólo tres años de esta actividad divina bastaron para dejarnos tesoros increíbles: La Santa Misa, los Sacramentos, manantiales de Gracia Santificante; su Palabra, sus milagros, sus profecías, su vida divinamente humana y humanamente divina, su Presencia Real en la Sagrada Eucaristía; El Sacerdocio Católico, administrador de la Gracia mediante los Sacramentos; la Iglesia con su Jerarquía, y - lo maravilloso del Dulce Cordero - entregar su vida mediante su Pasión y Muerte, para que toda la Iglesia, la Santa Misa, los Sacramentos, pudieran sernos aplicados, y así pudiéramos recuperar nuevamente la Gracia Santificante, rescatándonos de las garras del demonio.

Pero los Católicos no valoramos, no hacemos reflexión sobre la riqueza y necesidad de la Gracia Santificante para cumplir con nuestra auténtica vocación de ser buenos y llegar al Cielo; pues si Dios nos pide el cumplimiento de los Mandamientos de su Ley, a los que la Iglesia adjunta una práctica explicación de los Suyos, no nos exige nada imposible: estamos asistidos de muchos auxilios para vivir santamente. Y ya hemos dicho que los Sacramentos son MANANTIALES; DE GRACIA.

¿Qué es la Gracia?

Gracia es un Don sobrenatural y gratuito que Dios nos da en virtud de los méritos de Cristo Nuestro Señor, para ayudamos a conseguir la salvación.

Don porque es un regalo de parte de Dios que no merecemos:

Sobrenatural, porque excede a nuestra naturaleza humana: es superior a nuestra naturaleza, porque si es verdad que nacimos para Dios, puesto que de El venimos, no podríamos, en cambio, llegar a ese conocimiento de Dios, a ese abrazo místico, a esa consecución del Cielo sin una Gracia especial de Dios;

Para su salvación, puesto que el fin de la Gracia es la consecución de la Gloria de Dios y de la posesión del Cielo, alcanzando así una felicidad sobrenatural a la que Dios nos ha destinado;

Por los méritos de Jesucristo: porque fue Cristo quien, con su Vida, Pasión y Muerte, devolvió al hombre la vida sobrenatural que el pecado le había arrebatado.

¿Cómo se divide la Gracia?

A) La gracia se divide en Gracia Actual y Gracia Habitual o Santificante.

a) ¿Que es la Gracia Actual? "Un auxilio que Dios nos otorga para que evitemos el mal y hagamos  el bien. Es luz para la mente y fuerza para el corazón; es Dios mismo obrando en  nosotros";  He trabajado.... pero no yo, sino la Gracia de Dios que está conmigo" ( 1CoroXV, 10 ).

¿Por qué se llama Actual?

Porque es un acto transitorio y no un estado permanente, como la Gracia Habitual; se llama también auxiliante, porque es un auxilio que Dios nos da para conservar y aumentar la Gracia Santificante o para ir en busca de éste. Ejemplo: un Sermón, un buen ejemplo, el conocimiento de una muerte repentina, un buen pensamiento o sentimiento que Dios inspira.

¿Cuáles son los efectos de la Gracia Actual?

1. - La gracia llenó a un jovencito que tocaba el arpa e hizo de él un Profeta (David);

2.- Adueñose de un adolescente piadoso y le convirtió en juez e interprete de la Voluntad de Dios (Daniel ).

3.- De un fariseo perseguidor, hizo la Gracia Actual un Apóstol de la Iglesia ( San Pablo );

4.- De un equivocado y, en parte libertino, hizo un Doctor extraordinario de la Iglesia (San Agustín).

¿Es necesaria la Gracia Actual?

Todos los hombres tenemos necesidad de la Gracia Actual, puesto que el hombre no es capaz de ningún buen pensamiento sin la ayuda de la Gracia: "Sin mi nada podéis hacer", dice el Salvador.


En el orden sobrenatural, el hombre no puede hacer nada absolutamente, La Gracia Santificante no nos basta, es necesaria La gracia Actual, nos mueve a obrar.

martes, 14 de julio de 2015

La Esencia del Cristianismo es la Vida de la Gracia(Inicio)

"La Esencia del Cristianismo es la Vida de la Gracia" (Schumacher)

Y tú ¿vives tu Cristianismo?


INTRODUCCIÓN

 Para ser un buen cristiano es necesaria la armonía de las Virtudes Teologales con el ejercicio de las Virtudes Cardinales; el conocimiento, por lo menos elemental, de la Religión Católica; la práctica de la piedad, lo cual dará como resultado una vida, no sólo conforme a la Ley Natural, sino a la Ley de Dios.

El cristiano, ante todo, ha de ser bautizado para volver a recobrar su condición de hijo de Dios y con ello tomar a la semejanza divina mediante la Gracia Santificante y la infusión de las Virtudes Teologales; Fe, Esperanza y Caridad; las cuales, a su debido tiempo, hemos de acrecentarlas día a día hasta el final de nuestra vida.

Este crecimiento de las Virtudes Teologales, fundamento de una vida cristiana, se alcanza a través de una vida sinceramente piadosa: frecuencia de los Sacramentos (Confesión y Sagrada Comunión) para vivir en la Gracia de Dios; asistencia a la Santa Misa, oración mental y vocal, buenas obras y por ende, cumplimiento de los deberes de estado e identidad con la Voluntad de Dios.
Como fruto del crecimiento de las Virtudes Teologales y de una piedad sincera, no sólo constituirá nuestro propósito el cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios, sino que lucharemos por ser virtuosos, llegando a la perfección a la que hemos sido llamados. Por tanto, y siempre en armonía, hemos fundamentalmente, de someter la concupiscencia, domar nuestros instintos, domando así, al mismo tiempo, nuestro propio y particular natural.

Pero no olvidemos que es la Gracia Santificante la que, ayudada de las Gracias Actuales, nos hace fuertes contra el enemigo.

Para que haya claridad en la idea, explicaremos algunos conceptos expuestos en los párrafos anteriores:

¿Qué son las Virtudes Teologales?

A).- Son aquellas virtudes infundidas por Dios, que provienen de Dios y en cuyo crecimiento participamos nosotros. Estas virtudes tienen por objeto y motivo sólo a  Dios. Veámos:

a) Por la Fe creemos en Dios, y la practicamos externa e internamente en Dios y en toda su Doctrina: "Sin la Fe es imposible agradar a Dios" (Heb. XI-6).

b) Por la Esperanza esperamos en El, guardamos sus mandamientos, cumplimos nuestros propios deberes, hacemos buenas obras con la Esperanza de poseerlo en el  Cielo. Por tanto, es necesaria la Esperanza; pues sin esperar en Cristo y en sus méritos, sería inútil trabajar para la Vida Eterna.
e) Y por la Caridad amamos a Dios y por El a nuestro prójimo, cumpliendo los mandamientos, evitando el pecado, haciendo con frecuencia actos de Amor a Dios, ofreciéndole todo y por su amor; amar a nuestro prójimo siempre con el deseo de que el pobre y débil amor, iniciado aquí en la tierra, se eternice en el Cielo, ya no débil, sino ardiente y perenne.
La Fe y la Esperanza ya no más serán necesarias en la otra vida; pero la Caridad no sólo crecerá, sino se perfeccionará. (Cons. I CoroXIII-13).

¿A qué llamamos Virtudes Cardinales o Morales?

A). - A las virtudes que son quicio y fundamento de las demás virtudes morales y son como antes dijimos; La Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza.
Prudencia en general, es la recta elección de los medios para llegar a un fin. No la confundamos con la prudencia humana, la cual no debería llamarse así, pues busca su propio provecho y es vil y cobarde. Hay otra prudencia que no es mala, pero es puramente natural, que nos mueve a hacer lo bueno y no lo malo; pero la virtud de la Prudencia a la que nos referimos es aquella que nos hace obrar para la Gloria de Dios y la Salvación de las almas:

a) La Prudencia.- Es la virtud moral, por la cual decidimos hacer las obras más convenientes, para la Gloria de Dios y para nuestra salvación
.
b)   La Justicia.- Virtud moral que nos conduce a la práctica del cumplimiento de nuestros deberes de homenaje, sumisión y culto a nuestro Dios; respeto y amor a los Superiores; respeto al prójimo en su vida, fama honor y hacienda, y también respeto a nosotros mismos, evitando el pecado y practicando la virtud, cuidando de nuestra alma y nuestro cuerpo.

c)     La Fortaleza- La virtud de la Fortaleza es una virtud moral que nos hace obrar cosas difíciles y arduas, y sufrir grandes penas y aún la muerte por el amor del bien. La Fortaleza es fuerza contra el mal y apoyo en el sufrimiento.

d)    La Templanza.- Virtud moral que nos mueve a moderar dentro de un justo límite, todos nuestros apetitos e inclinaciones. Ella nos lleva a moderar la gula, la sensualidad, el demasiado hablar, reír, etc., la Templanza es como una balanza equilibrada en el uso de los bienes terrenales.

¿Qué es la Concupiscencia?


Concupiscencia.- Aunque el Bautismo borra el pecado original, no destruye las secuelas que dicho pecado deja en el alma del hombre, como son la ignorancia, la tendencia al mal de nuestra voluntad y la concupiscencia que es la rebelión de la carne contra el espíritu. (Cons. Gál. V-17).

miércoles, 1 de julio de 2015

Los Nuevos Valores Poder, Placer y Dinero

Reza esta hermosa oración a María Santísima todos los sábados.

CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Fórmula de S. S. Pío XII enriquecida con indulgencias.
¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro materno corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón nos entregamos y nos consagramos no sólo en unión de la Santa iglesia, Cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con, todo el mundo, dilacerado por atroces discordias, abrasado en incendios, víctima de sus propias iniquidades.

Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en una horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente.

Vos, oh madre de misericordia, impetradnos de Dios, la paz, y ante todo las gracias que pueden convertir en un momento los corazones humanos, las gracias que preparan, concilian, y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros, y dad al mundo en guerra la paz por la que, suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el Reino de Dios.

Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la, muerte; concededles la paz, y haced que brille para ellos el sol de la verdad, y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: "Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad".

A los pueblos separados por el error o por la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se ostentase vuestra venerada imagen (hoy quizás oculta y retirada para mejores tiempos), dadles la paz, y haced que retornen al único y verdadero Pastor.

Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo; fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y el celo apostólico, a, fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios.

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos prenda y señal de victoria y de salvación, de igual modo, también nos consagramos para siempre a Vos, a Vuestro Inmaculado Corazón, ioh! Madre nuestra y Reina del mundo, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos de un polo a otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, sólo en el cual pueden hallar:

LA VERDAD, LA VIDA Y LA PAZ

DULCE CORAZÓN DE JESÚS,
sed Vos mi Amor

DULCE CORAZÓN DE MARÍA,
sed Vos la salvación mía

DULCE CORAZÓN DE JÓSE,
sed Vos mi esperanza.


(Recomendación de la Virgen Fátima)