domingo, 6 de marzo de 2016

"Caminamos hacia el abismo"

¡¡ATENCIÓN!!
CAMINAMOS HACIA EL ABISMO





            ¡Padres, abuelos, educadores, personas mayores Despierten!  ¿Qué por ventura no se dan cuenta de cómo está el mundo, o lo perciben, pero ya lo ven natural, lo aprueban o bien son indiferentes?
            ¿No descubren acaso, que en el mundo y en él -nuestra Patria- México, se ha convertido en un prostíbulo en donde por doquier se mira vicio y sexo?
            Desgraciadamente, viene a ser un porcentaje muy escaso de familias, donde aún se guardan los verdaderos valores y principios; pues, aunque todos hablen de pérdida de valores, quien más quien menos, ya los ha perdido, y vive este naufragio de inmoralidad.
            Esto se dá ahora en todas las clases sociales, económicas e intelectuales e incluso en familias católicas que frecuentan la Iglesia, donde ya la moralidad o se ha perdido toda o se vive a medias con muchas concesiones o, como mínimo, hay alguna que otra comprensión, que no está de acuerdo con la verdadera moralidad, con los auténticos valores y principios.
            Caminando por las calles, para donde uno mire y voltee, encontramos una inmoralidad sin el menor de los recatos: las modas escandalosas, donde ya nada se queda a la imaginación. La mujer exhibe su cuerpo estético o ridículo, pero a flor de piel y sí no, usa unos pantalones llamados mallones que retratan toda su anatomía femenina en otro color, si no es que lleva color carne.
            Los homosexuales y las lesbianas pululan en todas partes, besándose públicamente y con otras caricias obscenas.
             Los falsos noviazgos que ofrecen un espectáculo de todo, menos de novios. En fin, para donde uno vea a la raza humana, nos damos cuenta que ya perdió el pudor, la obligatoria intimidad y la vergüenza. Escandalizando y corrompiendo a chicos y grandes. A eso no se llama libertad, se llama libertinaje depravado y falta de respeto a todos los que vivimos decorosamente cumpliendo la Ley Natural y la Ley de Dios. Todo inmoral puede exhibirse en nombre de la falsa libertad y nosotros los discentes “Que seguramente no tenemos libertad”, hemos de aguantar este fruto pernicioso de la llamada “Democracia”. ¿Qué es la democracia y para quién es?

            El Metro, las Combis, espléndidas en espectáculos de sexo naturales y antinaturales. “Al fin todo es bueno”.
            Películas, obras de teatro insertos de sexo, violencia y crimen, no se diga los comiquillos que faltándoles ingenio echan mano de pura inmoralidad y peladez.
            La asquerosa televisión con sus telenovelas impúdicas y criminales. Y todos los programas televisivos que, además de incultos, en ningún aspecto dan un mensaje moral positivo.
            El Internet, que no tiene medida en informar sobre vicios, sexo y muerte. Incluimos aquí a los puestos de periódicos, revistas, a los espectaculares. Y, lo peor, dentro de los mismos Sagrados Templos, sobre todo en las Ceremonias Religiosas, sin que nadie proteste entran, no a un Templo, sino a un salón cualquiera, sin respeto alguno. Somos testigos, que antes de la Misa, durante la Misa y después de la Misa, hay un carnaval de modas deshonestas y de apapachos entre esposos y novios, sin recordar que allí está Dios. ¿Qué los Sacerdotes ya se olvidaron de la Gloria de Dios y la Salud de las Almas? ¿Qué no hay abuelas o bisabuelas que puedan aconsejar a sus hijos o nietos?
            Se ha perdido toda clase de cultura y, aún más, la Cultura Religiosa.
            Yo soy religiosa, hace 59 años. El 28 de julio, si Dios lo permite, cumpliré 60 y confirmo que, en estas dos últimas décadas, no sólo se ha acelerado, sino naturalizado la prostitución, convirtiendo los mismos hogares en un cumulo de pecados e inmoralidades de tipo sexual.
            Qué extraña es la persona o la familia que, aunque no sea perfecta, cuando menos luche por no caer en esta vorágine de vicio y sexo.
            Otros muchos no viven de manera inmoral, pero se abstienen de corregir, guardando disimulo para no tener dificultades; otros más, proceden con falsa comprensión, el caso es que ésto no tiene límite y se derrumba cada día hasta tocar fondo.
            Despertemos: hay ahora una propaganda que se dá entre las noticias de Joaquín López Doriga y que procede de una Institución Gubernamental, “que está muy preocupada de la población”. Está sucia propaganda es inconcebible que proceda de una fuente del Gobierno, es verdaderamente infame, denigrante y corruptora que no conduce a la libertad de los jóvenes; sino a una depravante prostitución. El sexo se convierte en vicio y llega a ser como una droga hasta desbaratar todo límite del ser humano.
            Para los jóvenes hay tantas invitaciones: el deporte, el arte, la cultura, la sana recreación… todo aquello que los conduzca a forjarse un carácter firma asentado en valores que logren hacer de él una persona útil, humana para sí y para el mundo. ¿Quién les dijo que el sexo es una necesidad? Lo han convertido, con todos sus infames estímulos, en una necesidad y una degeneración. El sexo es una función del ser humano, pero tiene que ser voluntaria, consiente, pensante, no es como la respiración, ni como la digestión ni como la circulación, ni como los impulsos nerviosos. El sexo tiene sus condiciones.
              ¡Hasta donde hemos llegado! Si se trata de la defensa del dinero, de nuestras propiedades, del sueldo, de todo lo material, nos manifestamos; pero tratándose de la dignidad del ser humano, de la pérdida de valores de hombres y mujeres de todas las edades, nos callamos.
            ¿Así queremos explotar la Misericordia Divina?
            ¿Que acaso no saben, sobre todo los mayores, que para recibir la pronta Misericordia de Dios es necesaria la conversión, el arrepentimiento y la petición de esa misma Misericordia? Este mundo de hoy no sólo es inmoral, ya quedo amoral porque ya no distingue entre lo bueno y lo malo, entre lo decente y lo indecente. Entre el pecado y la virtud.  Hay demasiada aceptación de todo lo corrompido. Esta situación empezó hace varias décadas, hemos ido sucumbiendo.  No se puso desde el principio el límite y, ahora, aún en las familias decentes y católicas hay mucha aceptación de ciertas inmoralidades.
            Despertemos, acerquémonos a Dios, hay que Confesarse, no comulgar en pecado. Respetemos el Templo y pídanosle a Dios de rodillas que su primer Acto de Misericordia, sea enviarnos al Espíritu Santo para que nos de su Luz y reconozcamos lo que hemos hecho del hombre, y de la sociedad y de la misma Iglesia, rompiendo con toda Ley de Dios, sea Eterna, Positiva o Natural.
Sor Clotilde





            No esperemos con ansia la Resurrección, sí antes no vivimos intensamente la Pasión de Cristo, y esto depende de que hayamos caminado con Fe, reflexión, piedad y austeramente la Santa Cuaresma

Sor Clotilde

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