miércoles, 19 de febrero de 2014

De las tinieblas a la luz (cont).

Causa Formal de la Muerte ...


La causa Formal de la muerte, consiste en la separación del alma de su propio cuerpo, dejando el alma de ser forma substancial o Principio vital de ese su cuerpo, Escuchemos a la Sagrada Escritura: "antes que se rompa el cordón de plata ... y se torne el polvo a la tierra, que antes era, y retorne a Dios el espíritu que Él le dio (Eccl. 12,6-7)".

En este texto hay una transparencia total sobre la separación del alma y el cuerpo:

San Pablo nos dice: "Que la muerte es una disolución del vínculo que ata el espíritu al cuerpo" (Phil. 1,23)".

La misma Iglesia tiene oraciones profundas y claras que avalan nuestra tesis: "Sal, alma cristiana, de este mundo en el Nombre de Dios Padre Omnipotente que te creó". "Que al salir tu alma del cuerpo, vengan a su encuentro los espléndidos coros de los ángeles ..."

"Venid hacia Él los Santos Ángeles de Dios y condúzcanle a la celeste ciudad de Jerusalén".

Todos estos conceptos de la Iglesia, más bien oraciones, se pronuncian a la hora final de la vida del que está próximo a expirar.

En la Misa Exequial, tenemos entre otras esta oración: " ¡Oh Dios, de quien es propio el compadecerse y perdonar, suplicamos humildemente por el alma de tu siervo: a quien has mandado salir de este mundo... !

Ya hemos contemplado antes el modo de separación del alma y del cuerpo: "el alma, como hemos visto, es la forma substancial del cuerpo. De ella recibe la vida como principio vital del que depende intrínsecamente. Al producirse, pues la separación de ese principio vital, el cuerpo se convierte automáticamente en cadáver".

Dios Creador del hombre, unió las dos substancias material, el cuerpo; substancia espiritual el alma y, así, uniendo Dios las dos substancias se conformó la Persona Humana. Llámese a esta unión: UNIÓN SUBSTANCIAL. Unidad de alma y cuerpo, de materia y espíritu, que aún teniendo cada quien sus propiedades, sus principios, sus elementos, sus funciones ... todo lo de ambos se conjuga en la Unidad de una sola substancia.

El hombre que es racional, es también animal por ello decimos: "Animal Racional". El alma que es la que informa al cuerpo, está creada a imagen y semejanza de Dios, así que usando de sus facultades: entendimiento y voluntad es quien por mandato divino ha de dirigir a la Persona Humana. La razón es superior; es menester y perfecto a la naturaleza del hombre que sea la materia quien se sujete al "espíritu y que permanezca bajo la dirección del alma.

Reafirmando esta jerarquía recordamos que el alma da al hombre todo el grado esencial de perfección, además comunica al cuerpo el acto de ser que con ello existe.

Tenemos que entender que lo que causa formalmente el término de la vida es la separación del alma de su propio cuerpo, dejando el alma de ser principio vital de ese cuerpo y el cuerpo, por tanto quedar inerte, en la inmovilidad e inconsciencia, en espera que llegue la Resurrección para unirse con su propia alma que volverá a informarlo y así recobrar la vida. Desde luego ya con diferentes propiedades y expresiones que aquellas con que vivieron en la tierra.

Así, que si la Causa Formal de la muerte, es la separación del alma, de su propio cuerpo. Esto, también es la causa natural y propia del dolor ante la muerte ...

Es verdad que desde que tenemos de razón, sabemos que esta vida no es eterna; sin embargo vamos haciendo conciencia del futuro acontecimiento de la muerte y en la medida que pasan los años, vamos comprendiendo el gran significado del hecho en nuestro pasado, presente y futuro. Sin embargo, aunque comprendamos el acontecimiento siempre hay temor del momento quien más quien menos; los factores son variados y sólo citaremos tres:

1.- Lo que nos espera después de la muerte: ¿Cómo será el momento mismo pues es una nueva y trascendental experiencia? 

2.- Para el creyente, además, el temor del Juicio sobre su vida y 

3.- El más importante y natural es la separación del alma y del cuerpo porque constituye la naturaleza del ser humano. Esta unión substancial.

El alma de Pedro ha sido guiada para unirse a un determinado cuerpo, hoy y para siempre, pero sucede que un día ese Pedro que es cuerpo y alma tiene que separarse. Ese cuerpo y esa alma que de no haber sido por el pecado Original, nunca se hubieran separado.

Al partir el alma hacia la eternidad cobran plena libertad sus facultades, pero pierde a su compañero, el cuerpo, complemento de toda su existencia terrera: "Nosotros aguardamos el efecto de la adopción de los hijos de Dios, esto es, la redención de nuestro cuerpo" (Rom. 8-23).

La Incineración: ¿Cómo verá el alma la destrucción violenta por el fuego de su propio cuerpo que lo convierte inesperadamente en cenizas, sufriendo contorsiones y presentando un aspecto dantesco cuando el plan de Dios, en su infinita Ciencia crea a un cuerpo mortal dejando en su naturaleza intrínsecamente los medios para su propia destrucción de manera suave y natural, hasta llegar al "polvo eres y en polvo te convertirás"?

Después del paréntesis de la Incineración, continuamos con el tema de la causa formal de la muerte. La separación del alma y del cuerpo exigen un milagro que Dios realiza y así como un día formó a la persona humana de dos substancias: materia y espíritu; cuerpo y alma, así mismo ante la muerte de cada hombre, Dios realiza el milagro de la separación, milagro que espera otro, pues volverá el Eterno Dios a asombrar al mundo con el milagro de la nueva y definitiva unión de cada cuerpo con su propia alma, para resucitar por toda la eternidad.

¿Y el cuerpo del hombre muere para siempre? "No porque el día del Juicio volverá a unirse con su propia alma y así resucitarán para nunca más morir".

"No tenéis que admiraros de esto, pues vendrá tiempo en que todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios; y saldrán los que hicieron buenas obras a resucitar para la vida Eterna, pero los que fueron malas, resucitarán para la muerte". Evangelio.

El alma gloriosa gozará ya de otra dimensión al volver a informar al compañero de su vida terrenal, su propio cuerpo. Ahora ella ya purificada y con la experiencia o conocimiento del Lumen Gloriae llegará hermosa, pura, radiante a unirse a su cuerpo para no separarse jamás.

El Cuerpo, quien también ya ha pagado lo suyo, se presentará glorioso, sutil, impasible e inmortal para vivir una feliz Eternidad.

Cuando uno reflexiona y escribe esto, quisiera ser mejor. Los pobrecitos condenados, también volverán a juntar sus almas con sus propios cuerpos, pero allí no habrá hermosura, dicha, ni felicidad. Los que se salvaron, juntos gozarán por siempre y los que se perdieron, juntos igualmente; sufrirán el castigo por toda la eternidad.


CAUSAS SECUNDARIA DE LA MUERTE.


La causa o causas secundarias de la muerte del hombre pueden ser la edad avanzada, una enfermedad, un accidente y entre esto el desesperante suicidio o la malsana eutanasia ...

Las causas están muy bien clasificadas por la Teología y perfectamente confirmadas por la Sagrada Escritura, pero lo que no hemos de olvidar es que tenemos que morir y que de nuestra vida presente depende la eternidad feliz o desgraciada.

Mil años, son ante tus ojos como el día de ayer, que ya paso "(P. S. 89-4 c.c.). Los días de nuestra vida son setenta años y ochenta en los más robustos, pero también la robustez en apariencia es nada porque se corta en un instante y volamos" (Ps. 89,10).



LA MUERTE ES ÚNICA y UNIVERSAL:


Todos los hombres hemos de morir: " Así pues, como por un hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, pasó a todos los hombres, por cuanto todos habrían pecado" (Rom. 5-12). Si la muerte es consecuencia del pecado como lo declara la iglesia fundamentada en la Revelación Divina y afectó a todos los hombres. Quiere decir que la muerte es universal y que todos hemos de morir.

Y, aunque esta Ley tuviera sus excepciones alguna excepción, de todas formas no le quitaría la universalidad.

Por lo que toca a la Santísima Virgen quien fue concebida sin la culpa original, sabemos que resucitó y que fue subida al Cielo en Cuerpo y Alma por los Ángeles y a lo cual llamamos el "Dogma de la Asunción de María" que fue proclamado, por el gran Pontífice Pío XII en agosto de 1950.

Si resucitó, es que murió, sólo que fue una muerte distinta, no sólo por ser la Madre, de Dios y ser la Corredentora, sino por la paz que engendra la virtud y ella, la Santísima Virgen, Modelo único y ,universal de virtudes llegó a la muerte como quien duerme esperando la Resurrección para volver al Padre y al Espíritu Santo y a su Hijo, el Verbo Encarnado.

En cuanto a Elías y Henoc todo es un bello misterio, pero no se consta que haya muerto".

"Fueron los días de Henoc trescientos sesenta y cinco años, y anduvo constantemente en la presencia de Dios, y desapareció, pues se lo llevó" (Gen. 5,23 - 24).

"Siguieron andando y hablando Elías y Elíseo, y he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego separo a uno del otro y Elías subía al Cielo en el Torbellino" (2 Reg. 2,11 ).

"¡Cuán glorioso fuiste Elías con tus prodigios! ¿Quién podrá gloriarse de parecerse a tí... Que fuiste arrebatado en un torbellino de fuego ...? Dichosos los que mueren después de haberte visto, pero más feliz tú, que por siempre vivirás" (Ecli. 48-11).

"Henoc fue grato a Dios y trasladado. Ejemplo de piedad para las generaciones venideras (Eccli. 44,16).

Muchos y, entre ellos San Agustín dice que, apoyados en el Apocalipsis II-3,12 Elías y Henoc librarán la batalla final contra el Anticristo y serán muertos por la bestia para resucitar después de tres días y medio y subir al Cielo en una nube ...

La muerte puede ser natural, muerte prematura, muerte violenta, muerte repentina ...


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