martes, 4 de febrero de 2014

De las tinieblas a la luz.

De las tinieblas a la luz.


Sor Clotilde García Espejel.



¿Qué es la muerte?

Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, es de ayer, de hoy y de siempre; por tanto, su Doctrina y sus Leyes son de ayer, de hoy y de siempre ... y como dicha Doctrina y Leyes fueron ordenadas para el hombre, se entiende que el hombre en su esencia fue, es y será el mismo. Así aunque vuelen los días, corran los años y pasen los siglos; cambie el mundo e incluso el criterio humano, la Ciencia avance, la tecnología nos dé sorpresas inesperadas ... sólo hay un Dios verdadero, una sola Religión y, en consecuencia, la genuina Doctrina, las Leyes establecidas y que la criatura humana tiene obligación de cumplir en cualquier día, año, siglo, época ...

Así que es temerario y de consecuencias funestas, tratar de cambiar la Revelación Divina enseñada al Pueblo por el Magisterio Eclesiástico. En cualquier tema propio de la Religión, por ejemplo: darle imagen a la muerte, venerarla como a un santo y adorarla como a un dios, se comete un gran pecado.

¿Qué es la muerte? La muerte es negación y no es vida. Muerte del Latín moro mortis sensación o término de la vida.

La muerte es un hecho, un acontecimiento que marca el fin de los días de las criaturas vivientes en este mundo y sólo considerando lo que es realmente: " Un hecho final". Podemos llegar a definirla en su propia esencia.

La Muerte es algo abstracto que se concreta en el hecho de la misma muerte, cuando vemos que en cualquier ser viviente ha cesado la vida, que consiste en la extinción de las actividades vitales, junto con el movimiento que de ellas nace. Posteriormente resulta la descomposición del organismo corporal.

La muerte afecta a todo ser viviente, sea vegetal, animal u hombre. Los vegetales y animales, quienes sólo poseen un principio vital que es transferido durante la vida, y que forma parte de su mismo ser, muere al morir el cuerpo. Vegetales y animales no trascienden.

Todo lo declarado en los párrafos anteriores basados en la Ciencia y en la Filosofía, así como en nuestras experiencias de la vida frente a la muerte, la definen en su esencia: "LA MUERTE ES LA SESACIÓN DE LA VIDA"'.

En los animales y en los vegetales, la muerte es total y para siempre. En el hombre, y es del que hemos de ocuparnos, muere en realidad, pero sólo su cuerpo, más no su alma; aunque la ausencia de la persona nos ofrezca la sensación de que también el alma ha muerto, de alguna forma podríamos decir que muere para la tierra, pero bien sabemos que mientras al cuerpo se deposita en el sepulcro, ella Camina hacia la eternidad.

El alma del hombre que es espiritual, inicia su verdadera vida: "De Dios salí y a Dios vuelvo". Su querer y su pensar ya no tiene la influencia de la materia y no se unifican con el cuerpo. "Con la muerte del cuerpo, termina para el alma el tiempo de prueba o estado de vía y penetra para siempre en el estado de término donde ya no puede merecer ni pecar".

¿Qué significa para el hombre de hoy la muerte? Para el hombre de hoy encadenado a los placeres, al poder y al dinero y ya rotos los lazos con los principios y valores trascendentes, parece no pensar ni importarle la muerte y engañarse dándole falsa eternidad a la vida terrena. Piense de la muerte lo que piense, sea con criterio sano o enfermizo; acierte o caiga en el error, no podrá negarla, sabe que morirá; que su vida tendrá un final...

Hay sensatos quienes saben ver al horizonte y la muerte les significa el retorno a la unidad del espíritu, desde la multiplicidad exterior del mundo: "Del tiempo a la eternidad".

Para los creyentes, para los espirituales, la muerte es el regreso al Padre que nos regala la Vida verdadera.

El pensamiento de la muerte, suele retornar a la vida, ya que para muchos, ese recuerdo es estímulo para tomar nuevamente el camino perdido, camino que si se extravía se pierde todo, que es la consecución del Cielo.

En la Edad Media se imagino y se creó la horrorosa y realista representación de la muerte como un espantoso esqueleto, en parte cubierto por un manto y que sostiene la guadaña y el reloj de la arena.

La muerte y la vida se conjugan y se suplen cotidianamente mientras pisamos la Eternidad. La Muerte es esencial para la vida, porque si no morimos no viviéremos y, aunque la muerte definitiva nos llegará un día, no podemos desconocer cómo en el vivir vamos muriendo; vamos creciendo física, fisiológica, psicológica y espiritualmente y, al mismo tiempo y de la misma forma, vamos dejando muerte y recobrando vida, incluso procesos que suelen incorporarse secundariamente, o bien, que en definitiva mueren. Y así, en cambios y substituciones, vamos caminando hacia la muerte definitiva, hecho último de esta vida. "EL AYER DEBE MORIR PARA QUE NAZCA EL HOY" (Conde Keyserlang).

En la medida que envejecemos y vamos perdiendo fuerza, las actividades vitales progresivamente disminuyen, surge una fatiga a la que llamamos cansancio de vivir; algo así como cuando se ha trabajado mucho o se hacen largas caminatas y queremos dormir para descansar.

"Al considerar la vida a través de la imagen simbólica de la música, hemos visto que cada instante vital es siempre constructor y destructor; nacimiento y muerte a la vez. Siendo así que toda alegría de vivir, ha de ser alegría de morir. En la vida hay construcción y destrucción, nacimiento y muerte".

"Hay que morir para vivir, si el grano de trigo no muere, sólo quedará, pero si muere, en abundancia dará un fruto eterno que no morirá" . 

Morir al amor propio, al ego, para dar paso al crecimiento, a la madurez del yo que nos enseñará incluso, aquí en la tierra, qué es realmente vivir a través del Yo en Cristo y de la Gracia Santificante.

El pecado es muerte, los sacramentos son vida, y así naciendo y muriendo, lograremos una cosecha abundante que nos dará un Fruto Eterno que no morirá.

La Causa Material de la Muerte, es el proceso de corrupción y descomposición del cuerpo humano, no es muy largo, y tiene diferentes tipos, según las circunstancias: sin embargo, la vida cesa porque el alma se ha separado de su propio cuerpo: "el organismo está formado por varios sistemas celulares; cúpulas vivientes, quienes después del deceso del hombre, siguen viviendo con vida vegetativa y aún sensitiva, desde luego muy breve como lo comprueba la ciencia en un sinnúmero de experiencias. Posteriormente éstas células orgánicas se transforman en moléculas químicas, desprovistas de la vida y por ello escuchamos a la Sagrada Escritura: "polvo eres y en polvo te convertirás".

Repetimos, la Causa Material de la Muerte, es la corruptibilidad del cuerpo humano. El cuerpo humano igualmente que los animales y los vegetales, es naturalmente corruptible, ¿por qué? Porque se compone de elementos contrarios que luchan entre si en aras de la conservación de su existencia; sin embargo dichos elementos llegará el día en que habrán de disgregarse hasta consumirse, produciendo la muerte, esta aseveración nos la confirma Santo Tomás:

LA MUERTE ERA NATURAL AL HOMBRE, AUN EN EL ESTADO DE INOCENCIA Y DEBIÉNDOSE SU INMORTALIDAD A UN PRIVILEGIO PRETERNATURAL SOBREAÑADIDO, POR LO TANTO, SOSTENEMOS QUE LA CONDICIÓN MORTAL DEL HOMBRE, VIENE DE LA PROPIA CORRUPTIBILIDAD DEL CUERPO HUMANO Y NO DE SU UNIÓN CON EL ALMA, POR ELLO CUANDO POR UNA U OTRA COSA, POR CUALQUIER CIRCUNSTANCIA O HECHO, DEJAN DE LUCHAR LOS ELEMENTOS DEL CUERPO, SE ACERCA LA CORRUPTIBILIDAD y VIENE LA MUERTE, QUE ES LA CESACIÓN DE LA VIDA y QUE SE REALIZA MEDIANTE LA SEPARACIÓN DEL ALMA Y DEL CUERPO. NATURALMENTE QUE EL CUERPO ES PRESA DE CORRUPCIÓN, MIENTRAS QUE EL ALMA VIVIRÁ POR SIEMPRE. 
LOS PRINCIPIOS DE LA NATURALEZA, SON DE POR SI LA FORMA Y LA MATERIA. LA FORMA DEL HOMBRE ES EL ALMA RACIONAL, QUE ES DE SUYO INMORTAL,POR LO TANTO, LA MUERTE NO ES NATURAL EN EL HOMBRE, POR PARTE DE SU FORMA QUE ES EL ALMA, PERO LA MATERIA DEL HOMBRE SU CUERPO QUE ES COMPUESTO DE ELEMENTOS CONTRARIOS, DE LO CUAL SE SIGUE NECESARIAMENTE LA CORRUPTIBILIDAD, Y EN CUANTO A ESTO ULTIMO, LA MUERTE ES NATURAL EN EL HOMBRE.


No hay comentarios:

Publicar un comentario