II.-
RELACIONES HUMANAS EN EL MATRIMONIO
Su
Naturaleza.
Su
Desarrollo.
1.- Una vida de Piedad.
2.- Conocimiento.
3.- Aceptación.
4.- Comprensión.
5.- Respeto Mutuo.
6.- Unificación de
ideales.
7.- Diálogo.
8.- Entender juntos la
autenticidad del Amor.
9.- La Familia de ambos
en las relaciones Humanas del Matrimonio.
Relaciones
Humanas.
¿Qué son las relaciones
humanas?
Es la comunicación y
convivencia de dos o más personas, así como de pequeños o grandes grupos. Esa comunicación
se manifiesta con palabras, actitudes, sentimientos proyectados. Sentimientos
proyectados, decimos, porque son esos estados anímicos o pensamientos animados
que, indudablemente, son más elocuentes que las palabras y que hacen sentir
profundamente dolor, enojo o alegría, a aquellos con quienes nos comunicamos.
En estos años se ha
hablado y se habla mucho de Relaciones Humanas: se imparten conferencias lo mismo
a nivel elevado que medio o bajo; sin embargo, las relaciones entre los hombres
cada día son peores, tanto en el hogar como en toda clase de uniones o sociedades.
¿Por qué?
1.-- Porque al hombre,
creatura humana compuesta .de cuerpo y alma que piensa, ama y decide y que trae
consigo las funestas consecuencias del pecado original, no le basta una
plática, sino que necesita una formación integral.
2.-- Porque el hombre,
quien posee una alma, no sólo necesita alimento para la materia sino también
para su espíritu, y si queremos transformar a un hombre con pláticas sin Dios,
sin el Evangelio, estamos errando el camino.
No sólo conferencias,
sino una educación física, fisiológica, espiritual, evangélica; no olvidando
que no solo tiene derechos, sino también deberes; no sólo capacidades, sino
también limitaciones; que no está solo en el mundo, sino que es un pobre hombre
entre miles de millones de hombres y de otras creaturas a quienes debe respeto y
consideración. Mas como el hombre elige, si prescinde de Dios, no podrá elegir
lo mas difícil, sin lo más fácil y relajado, que lo llevará al desequilibrio
humano.
No nos conformemos con
pobres nociones sino con la formación de una vida.
Relaciones
Humanas en el Matrimonio.
Para lograr unas buenas
relaciones en el Matrimonio, tendremos que hablar aunque sea brevemente de los siguientes
puntos:
1.-
Una vida de Piedad: Nada tan bello como relacionarnos con
los que queremos: sin embargo nada tan difícil, sobre todo en el Matrimonio,
donde la intimidad hace que los seres descansadamente se abran y manifiesten su
verdadera forma de ser, y que, además es una vida de constante trato: por lo
cual, es lógico que surjan, primero leves y después serias dificultades que, incluso,
llevan al rompimiento final después de miles de promesas.
¿Cómo hacer para no
llegar a tales extremos? Evitar desde el principio vivir una vida de riñas e incomprensión.
¿Cómo? Ante todo con una vida de piedad, una vida relacionada con Dios para
liberarse del egoísmo y de la subjetividad y mirar objetiva y generosamente la
forma de ser del cónyuge y, asimismo cobrar fuerzas de la fuente de la virtud, que
hace de pecadores santos. Me refiero a la participación del Santo Sacrificio de
la Misa, frecuencia de los Sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía: al rezo
del Santo Rosario y a todo aquello que une con Dios y da fortaleza y acierto. Así
podrán decir como San Pablo: "Todo lo puedo en aquel que me conforta".
¡Imposible llegar
incólume al final sin la unión con Dios!
Hoy, en los hogares se
detectan pleitos y gritos, se vive con egoísmo, libertinaje, anarquía y
desesperación. Quieren hallar remedio en un psicólogo materialista que ni les
compone su vida y sí los conduce a la relajación y al desenfreno. La Confesión
Sacramental, la Dirección espiritual, ha pasado de moda para ellos.
2.-
Conocimiento:
a) No se ama lo que no
se conoce: así que el amor ha de fundarse no en el ver, sino en el mirar: se ve
lo físico, se mira lo interior, y, aunque no debe menospreciarse lo físico, sí,
en cambio, debe situarse en su justo valor como parte integral del hombre, pero
no como parte esencial. Hay que dar preponderancia a todo lo que el ser humano
posee en su interior y, así se le amará con solidez y profundidad y, sobre todo
para siempre.
b) El verdadero amor
ama a pesar de las limitaciones, a pesar de los defectos, y siempre lleva el
anhelo de perfeccionar, de elevar, de salvar al ser amado.
c) Durante el noviazgo,
desgraciadamente, no suelen, conocerse. Por un lado tratan conscientemente de ocultarse
sus miserias para no decepcionarse: por otra parte, no hay tiempo ni
oportunidad para aflorar las miserias, menos ahora que los novios en lugar de dialogar,
de platicar cosas útiles, se la pasan en caricias sucias, obscenas y culpables
que rompen con toda ilusión y buen deseo. Saliendo a flote el instinto y no la
persona.
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