Purificación de
la Virgen María
“Esta fiesta es una de las más
antiguas de la Santísima Virgen María. Celebrada en Jerusalén desde el siglo
IV, la Fiesta de la Purificación pasó después a Constantinopla y luego a Roma
donde la encontramos, el Siglo VII, asociada a una procesión que parece ser
anterior a la fiesta de la Virgen”.
“La
Purificación de la Santísima Virgen se realizó cuarenta días después del nacimiento
del Salvador. Se halla, pues, unida al Misterio de la Navidad. La Iglesia la
Celebra el 2 de febrero y, al mismo tiempo, la Presentación de Jesús en el
Templo”.
“Es
una fiesta de Luz. Por su simbolismo, la procesión de la “Candelaria”, procesión
de las candelas, evoca la manifestación de Cristo, Luz del mundo, recibido en
el Templo por el anciano Simeón como el enviado de Dios: “Luz para iluminar a
las gentes y gloria de Israel su pueblo”, el templo, centro de la piedad Israelítica,
al recibir a Jesús dentro de sus muros parece que abrá de irradiar con
dimensiones universales. La venida del
Salvador al Templo. Es el tema principal de la fiesta; pero el pensamiento de la Santísima
Virgen se halla presente en toda ella”
La
Purificación era una prescripción de la antigua ley: Por su concepción virginal
María estaba textualmente excluida de la Ley de la Purificación. Quiso, sin
embargo, sujetarse a ella, como su hijo se sujetaba a la Ley de la Presentación
de los primogénitos en el Templo, sin tener el Niño ninguna necesidad.
En
cumplimiento de ambas leyes sube hoy la Sagrada Familia al Templo. Allí espera
al mesías el Anciano Simeón, que recibe regocijado en sus brazos al Salvador de
Israel.
Se
concluye, Celebración del doble Misterio: la Presentación de Cristo y la
Purificación de la Virgen María. Y bendícense hoy las candelas para acompañar
con ellas encendidas a Cristo, Luz que ilumina al mundo.
Recomendación:
guárdense en casa las velas benditas; en la mano del agonizante la candela
encendida es una protesta de fe en la inmortalidad gloriosa que Cristo nos ha
merecido.
Finalmente:
estos piadosísimos Misterios nos dan ejemplos muy grandes de sencillez y de
humildad. Ojalá reflexionemos en la profundidad de esta preciosa celebración.
Sor Clotilde
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