domingo, 26 de junio de 2016

"En defensa de Dios y sus Derechos"

PROCUREN LEER ESTE ARTÍCULO PAUSADAMENTE, EN VARIOS DÍAS Y VAYAN MEDITÁNDOLO. ME GUSTARÍA SU RESPUESTA.
En defensa de Dios y sus Derechos

El martes, 17 de mayo del año en curso, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció una iniciativa: que el matrimonio gay quedaría ya oficialmente aprobado en la Constitución de la República Mexicana, incluyendo a los travesti, los cambios de género y todo lo relativo.
Sorpresivamente apareció en el centro de la ¨bandera gay¨ una foto del Presidente de la República.
¿Qué mensaje nos envía?
¡No sabemos!
Lo que sí sabemos, es la trascendencia que tiene esta nueva imposición: El desplome moral absoluto de la sociedad, la nulidad de la inocencia, se acabó la familia, término el orden natural interno y externo y, aquellos que han trabajado incesantes por un “Nuevo orden Mundial” dejarán en un desorden universal al mundo entero. Por lo pronto, ahora hay que convivir en la calle, en los autobuses, en el metro, en el empleo, en los espectáculos, en los restaurantes, y en los colegios y universidades y, quizá, en los mismos templos, con estas personas que han roto cínica y descaradamente con su Ley natural, llevando el solo fin de invertir los placeres de la carne y hallar nuevas experiencias. Rompiendo así el orden y equilibrio, no solo de su propia naturaleza; sino, en consecuencia, de su ser psíquico y físico.
Encontraremos en todos los lugares ya citados, a estas personas y estaremos obligados, quienes somos decentes, a ver estos espectáculos grotescos, inicuos, morbosos, sucios y escandalosos. ¿Y los niños, qué pensaran? Indudablemente que entraran en una confusión verdaderamente grave. Los jóvenes, muchos ya corrompidos por los antros, la televisión, el internet y tanta lectura y propaganda sexual, se hundirán más en el cieno de un sexo degradante.
Falsa libertad

Dicen, que estas concesiones, son por respeto al derecho de libre elección. Sofisma. Con el término libertad, y ocultando la verdadera esencia del concepto, han confundido y depravado a la sociedad.
Pregunto: ¿Acaso es libre el hombre que se suicida?; ¿Sera libre el vicioso?; ¿Puede alegar libertad el violador?; ¡Por favor, Señores…! es urgente y necesario reflexionar y darse cuenta que el suicida, el vicioso, el violador y otros, son dependientes de bajas pasiones y de sus enfermedades psíquicas y nerviosas. Eso no quiere decir que no tengan conocimiento de lo que están haciendo, lo que sucede es que están sometidos a sus pasiones o enfermedades, a la esclavitud moral etc. Aunque otros, de tal modo han caído en el mal, en la perversidad, que ya han perdido la conciencia y viven sin la luz de la verdad.
Además, hay que saber, desde la auténtica ética correspondiente a la Filosofía Escolástica, si degradarse, hacerse esclavo de las pasiones conduce a la libertad. ¡No! La libertad va en consonancia con el bien que libra y libera del mal, porque junto al hombre para ser feliz, ha de estar la Verdad y el Bien hasta hacerlos propios.
Este fenómeno inmoral y amoral, hace sórdidos ¨dependientes¨ de costumbres sodomíticas. Las leyes están marcadas y romperlas, no puede llamarse conducción a la libertad.
Sería bueno que ahora que nos hemos enfrentado a Dios y a sus leyes, adquiriendo gran poder, rompamos en muchos aspectos con la naturaleza: cambios digestivos, circulatorios, respiratorios; caminar con la cabeza y pensar con los pies; que la noche tenga sol y el día luna; que los gallos rebuznen y los burros canten…y, si se puede, que yo creo que sí, que los elefantes vuelen y que los delfines troten, al fin somos capaces de romper cualquier naturaleza.
Esta generación de homosexuales, de lesbianas y de otros fenómenos más, no es mayor comparada con todos los que somos normales, solo que ellos hacen mucho ruido para ser notados y, nosotros, los normales, pedimos, exigimos respeto a nuestras convicciones fundamentadas en lo irrefutable, no en el fanatismo ni en la hipocresía.
Siempre ha habido desviados, porque siempre han existido pecados en la humanidad, pero nunca habíamos oído que, una tan alta autoridad, aprobara oficialmente todo tipo de desviación moral, con derecho público a expresar sus eróticas caricias y, menos aún, a rebajar el matrimonio legal y de siempre entre hombre y mujer, con la caricatura de unión de dos hombres o de dos mujeres, hasta tener el atrevimiento de llamarles familia.
La Familia

La Familia. Cultívense e infórmense en la historia sagrada y profana, en los principios y valores de siempre; en la definición del concepto y en la etimología del término, para que sepan lo que es realmente la Familia. La Familia verdadera nace en la eternidad, en el presente del Dios todopoderoso y los que atacan a la Familia, lo saben mejor que nosotros, pero su plan y su fin es destruirla.
¨La dignidad, los derechos y deberes de la familia establecida por Dios mismo, como célula de la sociedad, son, por ello mismo tan antiguos como El mismo: independientes del poder del estado, que debería protegerlos, si se hallaran amenazados. Derechos y deberes, igualmente sagrados en todas las épocas de la historia¨. (Pio XI)
Sin embargo, este proceder actual, es parte fundamental de la consecución de un cambio de principios y valores universales y cristianos, con el fin de terminar con Cristo y su Iglesia. La familia sólo puede constituirla: Padre, Madre e hijos.
¨La Institución familiar es una sociedad familiar fundada por Dios con sus leyes propias y permanentes, quien atentare contra ella, ya puede ser de adentro o desde afuera, reportara sus funestas consecuencias…¨ (Magisterio).
¨Cuán grande sea la dignidad del casto matrimonio; principalmente puede colegirse, de que, habiendo Cristo, Señor nuestro e Hijo del Eterno Padre, tomando la carne del hombre caído, no solamente quiso incluir de un modo peculiar, este principio y fundamento de la sociedad domestica; sino que también lo elevó a verdadero y gran sacramento de la nueva ley, restituyéndolo ante la primitiva pureza de la divina Institución y encomendando toda su disciplina a su esposa la Iglesia¨. (Pio XI)
A nosotros, los católicos verdaderos y personas con valores, no nos corresponde enfrentar a la autoridad porque, además, de nada serviría; pues una vez que ellos deciden e imponen algo, nada ni nadie los vuelve atrás. Nos toca a nosotros, ante todo, una vida de testimonio, contraria absolutamente a los planes satánicos. Reestructurar y reafirmar lo que es realmente la familia en todos los aspectos: con todos sus valores y abrazando a todos sus miembros. Educadores católicos o, cuando menos, ricos en valores humanos, eduquen verdadera y sanamente. Detengan esta barbarie.
¡Católicos, si aún aman a Dios, sufran al contemplar a un Dios ofendido y a una raza perdida! Nuestra defensa será: la intensa oración, el testimonio católico, el amor a la familia, el deseo de una sociedad moral y cristiana que cumpla con el: “Padre nuestro, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Joven, mujer u hombre, instrúyete en tu religión, infórmate del mal que resulta de contrariar la naturaleza, tanto en lo espiritual, como en lo psíquico, físico, social y material. No sigas un camino equivocado que vaya contra el orden de la misma naturaleza, pues te hundirás más profundo que cualquier animal.
¨El matrimonio, mandato de Dios, no de cualquier hombre, solo ha de darse entre hombre y mujer. El hombre y la mujer están hechos el uno para el otro no que Dios los haya hecho a medias ni incompletos, los ha creado para una comunión de personas en la que cada uno puede ser ayuda para el otro, porque son a la vez iguales en cuanto personas (hueso de mis huesos…) y complementarios en cuanto a masculino y femenino¨. ¨En el matrimonio, Dios los une de manera que, formando una sola carne, (Gen 2-24) puedan transmitir la vida humana¨. (Catecismo de la Iglesia Católica)
¨El matrimonio entre hombre y mujer está ordenado a la salvación de los demás, contribuye ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que prestan a los demás¨. (Catecismo de la Iglesia Católica)
¨La Iglesia católica, eleva su voz por nuestros labios, una vez más promulga: que cualquier uso del matrimonio en cuyo ejercicio, el acto, de propia industria, queda destituido de su natural fuerza procreativa, va contra la ley de Dios y contra la ley natural, y los que esto cometen se hacen culpables de un grave delito¨. (Pio XI)
Ahora, si hemos llegado a esta situación, es porque cuando se inició y empezó a manifestarse pública y permisivamente la homosexualidad y otros graves desacatos, la sociedad que, en gran mayoría, ha perdido el verdadero sentido de lo trascendente y se ha acostumbrado a mirar con indiferencia y disimulo la descomposición putrefacta de la sociedad no dio importancia. Mientras no le toquen su dinero y lo suyo, todo va bien.
La sociedad ha descuidado los valores humanos y cristianos y hemos llegado a una promiscuidad que arrastra, pero no al bien sino al mal. Los padres y todo educador, de cualquier línea o jerarquía, han sido culpables por su descuido y falta de comprensión de ésta degenerada conducta y otros pecados más. Nos espantamos de la pederastia, que al fin es el efecto de solapar actos contra natura: ¨La práctica de la homosexualidad, no la tendencia, por supuesto, lleva también camino de ser un pecado descatalogado¨.
Se habla mucho de los sacerdotes pederastas, con una exageración increíble. Es una información repetitiva y calumniosa porque, aunque hay algunos, en la realidad son casos aislados. Reflexionemos:
a)     Los medios de comunicación alardean demasiado el pecado de los sacerdotes, pero como buenos incrédulos, silencian los mismos pecados en otras instituciones.
b)     Hay una infiltración en la Iglesia, subrepticia, con el fin de hundir a la Barca de Pedro.
c)     El sacerdote es un hombre, que sale de entre los hombres, que no está confirmado en gracia y que puede caer.
d)     Sin embargo, me pregunto: ¿Por qué no publican la vida de tantos sacerdotes, que no sólo son buenos, sino Santos? Sacerdotes plenos de entrega y caridad que han existido en todas las épocas de la vida.
e)     Y, al mismo tiempo, ¿Por qué no se habla de otras instituciones, donde abunda el homosexualismo? Atacan a los sacerdotes, porque con ello, difaman a Dios y a su obra.
f)       En su gran ignorancia hablan mucho, de los pecados de la Iglesia: La Iglesia no tiene pecados Es Una. Santa, Católica y Apostólica, cuyo fundador y cabeza es JESUCRISTO. Siendo el Alma de la Iglesia, el ESPÍRITU SANTO. Los que pecamos somos los seres humanos quienes constituimos el Cuerpo Místico de la Iglesia Católica, pero a ella no alcanzamos a mancharla; aunque, desgraciadamente, la deshonramos.
¨La Tradición ha declarado siempre que los actos homosexuales, son intrínsecamente desordenados¨ (Congregación de la fe 1976). ¨La persona humana que haga actos contrarios a la ley natural, expone su salvación¨. (Catecismo 2357)
¨Es significativo que, en el Antiguo Testamento, por la dureza del hombre se aceptan algunas acciones; pero jamás se acepta el vicio sodomítico, que atrae inexorablemente el castigo de Dios. San Pablo, en el elenco del pecador que describen los paganos, dice, la práctica homosexual es pecado contra natura¨. (Romanos 1, 24-27)
Ha de entenderse que nosotros los católicos no despreciamos y menos odiamos a estos pecadores o a otros, pues sería soberbia de nuestra parte sabiendo que todos somos débiles y capaces de las peores acciones, sin la fuerza de Dios. Lo que sucede, es que no aceptamos su posición porque es dañina y a veces monstruosa; que no podemos decir sí, a lo que ha de decirse no. Diariamente pedimos, todos unidos a la Iglesia, porque estas gentes se conviertan a Dios y vuelvan al sendero de lo correcto, de lo establecido. No podemos hacer sociedad con ellos por el peligro de que esta malsana y antinatural conducta, crezca cada día más e invada aún a las más puras conciencias.

Homofobia

El término homofobia se refiere a la aversión (fobia del griego antiguo fobos-pánico contra hombres y mujeres homosexuales, bisexuales o transexuales).  El adjetivo es homófobo u homofóbico.
Homo: palabra que en latín significa hombre humano. No debe confundirse el prefijo en latín homo que significa hombre; con homo en griego, que es un elemento compositivo que tiene como significado la idea de “igual”. Esto quiere decir que dicho elemento permite generar vocablos compuestos a partir de su significado. Por ejemplo: la homosexualidad (Homo-sexualidad es una noción que hace referencia al deseo o actividad sexual entre personas de igual sexo).

Que somos homofóbicos:
¿Qué es la fobia?
La fobia es una aversión exagerada a algo o a alguien: puede ser un animal, una circunstancia, un hecho, una persona, etc. Dicha aversión no es antipatía o mala voluntad, es absolutamente instintiva y que va del miedo al terror sin que haya fundamento. La fobia no es un pecado, no es un defecto; sino una enfermedad que puede curar un psicólogo definitivamente. Pero no nos corresponde ahora adentrarnos al mal, suficiente es aclarar el concepto.
Sucede, que a quien no nos agrada ese fenómeno que rompe con el orden y que, lo señalamos, que queremos humanamente, con criterio sano y objetivo, que sea prohibida la homosexualidad, el lesbianismo y todo su entorno porque eso es antinatural y deforma a la sociedad, en todos los aspectos. Nos llaman homofóbicos. La homofobia es instintiva y nosotros usamos la razón, la homofobia no tiene más fundamento que la enfermedad ni más remedio que el médico o el psicólogo. Nosotros, en cambio, usamos el entendimiento iluminado por la fe, y nos fundamos en el orden establecido y en la contemplación de su rompimiento con la sociedad, y no necesitamos más medicina que nuestros buenos principios y valores y, sobre todo, la Gracia de Dios.
En cuanto al crimen que se realiza con los homosexuales, deben olvidarse de nosotros; ya que nosotros damos culto a la vida, no a la muerte. Lo que sucede es que entre ellos suelen matarse, porque como no hay amor, sino su fundamento es una desagradable y excesiva pasión sexual y erótica, y algunos son viciosos, llegan entre sí a matarse. Continuamente se sabe que los celos los llevan al crimen. Entre esta gente que ha roto con la Ley Natural, hay una deformación psíquica; ya que han tenido que luchar contra toda su naturaleza espiritual, psíquica, física, fisiológica…. Por tanto, sus pasiones, son terriblemente extremosas. También llega a suceder que aquellos niños o jóvenes, ya crecidos, a quienes han corrompido y que, por lo tanto, han perdido la dicha, la felicidad de su entorno, por la seducción de los degenerados, les llega un momento de desesperación y acuden a matarlos y, en ocasiones cruelmente.
La Discriminación. - ¿Que los discriminamos? Si la fobia es una enfermedad, la discriminación es un pecado basado en la soberbia y en la subjetividad. La discriminación da un trato, una consideración desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, económicos, culturales, políticos, etc.
Nosotros no estamos discriminando, les estamos señalando que eso no es normal, que eso los destruye y destruye a la sociedad; que no criticamos su condición económica, física, racial e incluso su miseria; pero que no podemos aceptarlos como algo común y normal dentro de la sociedad, porque están rompiendo, a ciencia y conciencia, el orden establecido dentro de la misma persona humana y de la sociedad en que vivimos; de igual manera que no podríamos dejar en el frutero, fruta descompuesta con fruta nueva y buena.
La Intolerancia. - Lo contrario de la intolerancia es la tolerancia y, para que sea verdadera tolerancia, tiene que estar bien equilibrada por la prudencia. La tolerancia no es complicidad, no es socia del mal. La tolerancia es inteligente, comprensiva y paciente, pero no pacta con el pecado, ni menos con este pecado, cuyo fin persigue la destrucción del orden natural y divino.

“Dad al César lo que es del César
y a Dios lo que es de Dios”

En este ambiente de abierta y franca democracia, quiero saber quién es el César, y, en concreto, qué se le da al César y qué se le da a Dios. Pues resulta, que yo ya perdí de vista qué toca al César y qué toca a Dios. En principio habría de reconocer que toda autoridad viene de Dios. Aunque en nuestra Constitución no se consideran los valores religiosos; sin embargo, dice la Sagrada Escritura: ¨que toda autoridad viene de Dios¨. Yo me pregunto: ¿una autoridad se reconoce como de Dios, cuando no sólo, no cree en Dios, sino lo combate?
Pero, bueno, sigamos en el tema principal: qué es de Dios y qué es del César. En mi ignorancia y poco conocimiento de estos temas, expreso con sencillez que, al César ha de corresponder el orden natural de un país, una economía estable, armónica, sin extremos de miseria. Impuestos en relación con la capacidad y necesidades del país. El orden, la paz, educando a la sociedad, de manera que haya un mayor entendimiento. Le corresponde el progreso material del país, la organización de personas honradas, para que ocupen todos los puestos relacionados, de una u otra forma, con el Máximo Gobierno. Debe interesarle que las cárceles no sean centros de corrupción y escandalosa explotación, sino escuelas de cambio y conversión. Espectáculos dignos que formen y no que deformen. Pero urgente y primaria es la educación, a través de los templos del saber, no me refiero exclusivamente a la impartición académica; sino que, todos los conocimientos sean un medio para educar, formar y madurar alumnos. Promoción de valores humanos y principios, para que no sucumba el hombre a los vicios, sino se eleve y eleve al país.
¿Qué toca a Dios? Fundamentalmente la creatura humana a quien El creo, a quien El conoce y a quien Él ha de conducir para su regreso a la Patria Celestial; por lo tanto, toca a Dios elevar con la Gracia lo interno del ser del hombre para que viva su fe: que conozca las leyes de Dios, las verdades que El enseña, la Ley Natural con que sello nuestras almas y la Ley Positiva que promulgó a través de Moisés. Para ello dejó a su Iglesia, a sus sacerdotes, a su culto…para que el hombre sea alimentado espiritualmente y camine por el sendero señalado por Dios. Para ello necesita la Iglesia y la creatura, libertad, respeto a sus creencias, a las buenas costumbres, hasta alcanzar la virtud. Por tanto, todo el que esto reprima, invada, estimule para el mal o conduzca al error, está invadiendo lo que toca a Dios.
Al confirmar el aborto, la eutanasia, la anticoncepción, la suplantación de familia, los matrimonios gay, con la libertad de adoptar niños, y muchas cosas más, no está el César, dando a Dios lo que es de Dios.

El Libro de Texto

Impresionada terriblemente por el decreto que dio el Señor Peña Nieto… Aún no salía yo de mi sorpresa, cuando fui informada del Libro de Texto sexual que va a repartirse en las escuelas, desde el Primer Grado de enseñanza. Por tanto, este embate de degeneración para los niños, a través del Libro de Sexo, pisotea totalmente los Derechos de Dios.
¿Por qué se escandalizan, se enojan y reprimen a los Ministros de Dios, por que defienden lo que es de Dios?
¡A qué grado llega llega el hombre cuando tiene poder! ¡Qué mal uso hace de él!
Después de conocer este nuevo ataque de perversión a los niños, a través de un Libro de Texto, he quedado rendida de dolor.
¿Cómo perturbar así la inocencia de los niños?
¿Cómo acabar con la felicidad, la pureza y blancura de los inocentes?
Todos los que han proyectado, ya hace muchas décadas, la destrucción de valores humanos y principios de la sociedad y que, ahora se empeñan diabólicamente en destruir el candor infantil, en asesinar todo ideal moral y elevado de los jóvenes, me conduce a meditar y me interrogo:
¿Estos habrán sido niños y tendrían conocimiento de lo que es la inocencia y la pureza de un hogar?
¿Cuáles habrán sido sus principios, cómo era su ambiente familiar?
¿Qué fue de su cuna y de su hogar?
O bien, ¿Cuáles eran sus compromisos con el destructor voluntario, satanás, para derrocar a Cristo y a su Iglesia?
¿Cómo quedar en silencio contemplando el derrumbe del gran edificio, del Cuerpo de la Iglesia, y con ello, de todo un declive la la sociedad mundial? Y también me pregunto: ¿Quiénes esto acuerdan no tienen hijos? ¿No les importa, acaso, que sus hijos caigan en el mismo pozo?
Y no sólo es México en esta degeneración, nos preceden los estados Unidos de América, Europa y otros Continentes.
Con este Libro de Texto, sobre la sexualidad para las escuelas, se confirma que nadie nace homosexual, que los hacen o se hacen. No nos toca por ahora hablar sobre las causas; ya será en otros escritos. Pero si sabemos y está confirmado científicamente, que no es un género, ni menos una enfermedad psíquica o fisiológica. Repito es una degeneración que tiene motivos múltiples, que no están en el cuerpo ni en las hormonas de la persona. Sólo admitimos que existe, descubierta, no hace mucho, una alteración psíquica de niños que sufren de Distoria de Género. Conocido como Trastorno de Identidad de Género, es un trastorno mental que puede superarse.
Terminamos como iniciamos: ¨La dignidad, los derechos y deberes del hogar familiar, establecido por Dios mismo como célula de la sociedad son, por ello mismo, tan antiguos como nuevos; independientes del poder del estado que debería protegerlos y defenderlos y se hayan amenazados: derechos y deberes igualmente sagrados en todas las épocas de la historia¨. (Pio XI).
Sí queremos ver un mundo mejor, hagámonos mejores cada uno de nosotros y volvamos a las Fuentes Primitivas de la Fe Católica en relación con los Mandamiento de la Ley de Dios, de los Sacramentos y de la Gracia Santificante. Vivir el Santo Sacrificio de la Misa donde Cristo de inmola y adorar de rodillas a Jesús Eucaristía recibiéndolo con unción y sólo en Gracia de Dios. No más sacrilegios, no más faltas de respeto y el mundo cambiara.


                                                           Sor Clotilde.

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