Hay
mucha gente, casi toda, que dice que los niños de hoy son más inteligentes que
los de antes porque saben más sobre el sexo y sobre otros puntos que ven en la
televisión y oyen de sus mayores; y eso es otro error de nuestros tiempos, y no
entro en materia porque sería muy largo, pero, si alguien tiene duda o qué
objetarme, escríbame por favor para demostrarle la verdad de mi afirmación. Lo
cierto es que el pobre niño de hoy vive entre los adultos, adultos de pésimas
costumbres, oye todas las conversaciones buenas o malas, e igualmente ve toda
clase de programas televisivos, los cuales están plagados de violencia, magia y
sexo, incluyendo los nauseabundos comerciales y, así, en consecuencia el pobre
infante, adolescente y joven respira sin quererlo, maldad, confusión y sexo por
todas partes.
El
hombre desde su concepción hasta la senectud o hasta que deja de vivir, tiene
para cada etapa de su vida sus propios intereses, eso es lo normal. Pero si el
niño pregunta sobre intereses que están fuera de su edad es muy precoz, y tiene
cierta morbosa curiosidad y a veces - para dolor nuestro - lo encontramos
perpetrando acciones indebidas, no es por un gran desarrollo de su
inteligencia, sino por el ambiente enmarcado de sexualidad y del cual el niño
no se libra: saliendo de la psicología de su edad hace preguntas y acciones que
ya no corresponden a sus intereses, pues su camino ha sufrido una desviación.
Advirtamos que cuando el niño se desvía hacia el sexo, aunque ya sólo se
detenga en curiosidad, ya su fuerza intelectual y su voluntad se han
debilitado.
Educadores:
el más pequeño de los niños es una persona humana; tiene por ende, su propia forma
de ser, de sentir y de pensar; vive su propio ambiente, goza de su mundo, lo
rodean determinadas circunstancias; así que es criminal dar atropelladamente la
educación sexual: con precipitación, descarada, si algo saben del hombre
"el gran desconocido" como dijera Alexis Carrel, respeten a sus
educandos, ámenlos, elévenlos y jamás se piense que una vez se ha dado un
cúmulo de conocimientos aunque estos fueran bien dados, y todos los captarán,
ya puede creerse que se ha educado sexualmente. No, mientras el sujeto no sea capaz
de dominar y encauzar cualquier pasión carnal.
Contemplemos
la aurora, veamos que dulce y que discretamente sale el día con el Astro Rey.
Poco a poco la Providencia nos envía sus rayos hasta lograr sentirlos en toda
su plenitud: luego miremos como se oculta, con que delicadeza, con que respeto,
y esto diariamente.
¿Cómo
es la vida del hombre? Graduada, armónica: concepción, gestación, lactancia, niñez,
juventud, madurez, ancianidad, y todo sin precipitaciones, sin violencias,
salvo que nosotros por nuestra libertad mal empleada, de algún modo, aceleremos
nuestra vida. A la muerte, una vida entera nos la anuncia; por ello cuando ésta
es trágica o violenta deja a los vivos choques indescriptibles y dolores irreparables:
porque la muerte, para quien la vida misma ha preparado, ha de ser suave, por eso
es que los Jets, son tan perjudiciales para lo psíquico, fisiológico y físico,
porque su extraordinaria velocidad no corresponde al ritmo del hombre. Del
mismo modo, todo ha de ser gradual, ordenado y armónico y vivificador, así de
esa forma ha de prepararse al hombre con respecto al sexo. Veamos, por último,
cuáles han sido los tristes resultados de la educación, que no es una
educación, sino mala información, Para no extenderme, pues no hay espacio, me
concreto a enumerarlos:
a)
La pobre humanidad que deambula por las calles y casi brama en aras del sexo;
b) Madres
prematuras y solteras;
c)
Pisoteo y juego de la virginidad;
d)
Descaro, burla de los más elementales principios y de la dignidad;
e)
Trato asqueroso y público de los dos sexos;
f)
Pérdida total de interés por los grandes valores, reduciéndose a adorar la
lujuria, el dinero y la vanidad;
g)
Desajustes emocionales, suicidios, crímenes, traumas, desviaciones, locura;
h)
El más repugnante descaro de los homosexuales, degenerados por sus costumbres
disolutas.
Amén
de todo lo que me callo de males directos y de fatales repercusiones por tan
relajado criterio y conducta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario