LO QUE ES PARA EL MUNDO LIBERTINO LA EDUCACIÓN SEXUAL.
Después
de exponer este resumen sobre la educación sexual cuya brevedad no le ha restado
certidumbre, veamos lo que piensa la generalidad del mundo sobre dicha
educación.
Los
perversos, aquellos cuya única pretensión es corromper al mundo para lograr fines
inconfesables; otros que cooperan a la prostitución para lograr poder, placer y
dinero; así como aquellos cuyo anhelo siniestro es gozar y justificar su
asquerosa vida... Para éstos la formación de la sexualidad consiste en romper
con toda la dignidad del hombre, para vivir sin medida una inmoralidad sin
límites.
Ellos
son los falsos "apóstoles" que se preocupan por informar a niños,
jóvenes, adultos y viejos sobre un sexo burdo, prosaico, degenerado, que
conduce al hombre no sólo a la perversión sexual, sino a vivir en la mezcla de
toda clase de vicios.
Son
estos quienes se "asombran" de la explosión demográfica, de los niños
sin padre; de las madres solteras, de las relaciones incestuosas, de las
violaciones, etc. Pero ellos justamente, son quienes con toda hipocresía, propician
todos los pecados citados en este párrafo; añadiendo a su maldad ingeniosos recursos,
dizque para remediar aquellos males; V. Gr. Una vacuna contra el sida.
Televisión.-
Nadie que se suponga siquiera medianamente cristiano puede, sin censurar, ver
los programas de televisión y sentarse tranquilamente a gozarlos. Un programa
en mil, sin exageración, es digno de verse y aún en esa circunstancia se
combina con los comerciales de gran inmoralidad, llenos de lodo. Programas
abiertamente eróticos, crudos, llenos de violencia, de crímenes e imágenes
insólitas.
Hay
otros que desvían el criterio y muchos, que no sólo lo desvían, sino lo
invierten: me refiero a ese tipo de programas con invitados cuyo atrevimiento
es ofensivo a la ciencia y a la moralidad; discuten temas escabrosos y jamás
concluyen, sino que, intencionadamente los dejan abiertos para provocar dudas,
tergiversaciones, hasta llegar al error.
De
los más obscenos, degradantes, que carecen de arte y cultura alguna hasta
llegar a lo grotesco, es el de la diabólica, amoral, disfrazada de conductora:
la tal Cristina. Esta cubana aventurera, dice tener hijos, ¡pobres hijos...!
Hijos de tal madre. Otro degradante entre muchos es el morboso, vulgar, desproporcionado
y feo "Don Francisco".
Los
directores, productores, conductores y todos los relacionados en estas
producciones me causan desprecio, no sólo por su extravagante inmoralidad, sino
por sus fines aviesos, mientras por el pobre público siento profunda compasión
por su poca vergüenza, su ya perdida dignidad y su entrega a la manipulación de
unos cuantos malvados.
El
programa de Raúl Velasco carente en lo absoluto de la mínima cultura e inmerso
en la más cruda deshonestidad, en el que repugna la presentación de sus grupos,
cuya única diferencia entre un grupo y otro es el nombre; porque los imbéciles,
desarticulados, afeminados y epilépticos movimientos, así como el estilo, es
semejante, común, masificado, copiado de la gringuería. ¿Cómo pueden las masas
perder el breve tiempo de vida que Dios nos da, en programas deformantes y desorientadores?
Igualmente
los "sabelo-todo" que van desde cómo limpiar un piso hasta cómo
educar a los hijos: intervienen en Religión, moral, arte, ciencia, filosofía,
no se diga sexo. Personitas que además de exhibir su incultura y su falta de ciencia,
demuestran su carencia de principios y de valores.
¿Qué
decir de Cable Visión y Parabólica? Programas extranjeros y extranjerizantes; decadentes
corruptores, que según cuentan, tienen programas especiales de una sexualidad
peor que la de un animal, porque los animales guardan la ley natural.
Y en
la misma televisión, por un gran deseo de "educar" el “sexo”
repetitivas escenas comerciales donde se insta, se prostituye lavando el
cerebro al pueblo con la programación de los hijos, usando toda clase de
anticonceptivos naturales, pero eso sí, dando rienda suelta al sexo.
Se
proclama el amor libre, el adulterio, la homosexualidad, las relaciones
sexuales, no sólo en los adolescentes sino en los mismos niños. ¡Hoy
desgraciado es aquel que quita la inocencia a los niños! Me callo otros pecados
que son autorizados por esta clase de gente, sólo por respeto a mis lectores y
a mí misma.
¡Hipócritas!
La
Radio: la única diferencia entre la televisión y la radio es que ésta no tiene
imágenes, pero sí promueve la imaginación, y es tan inmoral la una como la
otra, excepto dos o tres radiodifusoras.
Lo
mismo que en la televisión, los "sabelotodo" se arriesgan a tratar
todos los temas sin saber nada, ejemplo: hay en la 970 un grupo de ignorantes
que exponen crítica, y sentencian errónea y vacíamente. Allí en el 970 hay un
"hombre" de pésimas costumbres, desviado en su conducta, dícese
estilista de las estrellas, quien se atreve a dar consejos, cuando no ha podido
orientarse a sí mismo. Esto lo realiza tal sujeto, no sólo por su atrevimiento,
sino por la ignorancia crasa de este pobre pueblo que lo lleve a consultarle.
Pero algo de lo peor de la radio, es escuchar
a los falsos psicólogos que creen poder componer el mundo, personas
desequilibradas de malas costumbres, quienes tanto por su mala vida como por la
ausencia de principios y valores, viven descaradamente. ¿Cómo es posible? ¡A
donde hemos llegado! Que el pobre mundo en tinieblas pide que un ciego lo guíe
en su ceguera.
Citaremos
al Doctor "Lamogle", quien después de su vida escandalosa contada por
el mismo "aconseja" y "dirige", "recomendando"
insistentemente pecados contra la naturaleza. El pobre doctor además de ser un
ogro por la neurosis que no ha podido curarse, actúa con una ciencia sin
profundidad, con desvíos morales irreversibles, con una mente morbosa que se
descubre en sus conceptos. ¿Qué decir de su compañera de trabajo en la radio?
¡Ay, pobre, está enferma de sexualidad! ¡El sexo es su principio y su fin! Y
dicho sea de paso, sostiene por las noches un programa en que trata y justifica
las más asquerosas desviaciones sexuales.
Esto
es algo de lo mucho que se podrá decir.
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