sábado, 30 de julio de 2016

"Naturaleza del Contrato Matrimonial" (Continúa)



EL MATRIMONIO CRISTIANO.
CASTI CONNUBII
Pío XI, 31 de diciembre de 1930.


NATURALEZA DEL CONTRATO MATRIMONIAL.

        
7. – “Tal es y tan singular la naturaleza propia de este contrato, que, en virtud de ella, se distingue totalmente. Así de los ayuntamientos propios de las bestias, que, privadas de razón y de voluntad libre, se gobiernan únicamente por el instinto ciego de la naturaleza, como de aquellas uniones libres de los hombres que carecen de todo vínculo verdadero y honesto de las voluntades y están destituidos de todo derecho para la vida doméstica”.

         Actualmente se ha hecho ya una costumbre de hacer juntas de hombre y mujer, permitidos, y a veces auspiciados, por los mismos padres de familia. A ese tipo de uniones se les llamó siempre “amasiatos” y, aunque estuvieran unidos por el matrimonio civil, no se les consideraba “Matrimonios”. Con esta situación que ya se realiza hace unos años como algo permitido, se han ido rompiendo los matrimonios sacramentales donde es necesario el conocimiento de la esencia, derechos y obligaciones del Matrimonio Católico. La humanidad en el presente, no quiere responsabilidades, carece de conciencia, huye del sufrimiento y desconoce la abnegación.

        

MISIÓN DE LA AUTORIDAD.

         8. – “De lo dicho se desprende que la autoridad legítima tiene derecho y, por tanto, el deber de reprimir las uniones torpes que se oponen a la razón y que se trata de un asunto que fluye de la naturaleza misma del hombre, no es menor la certidumbre con que consta lo que claramente advirtió nuestro predecesor, de santa memoria León XII”.

         Tengamos en cuenta que el derecho, que la autoridad legítima posee, se la ha dado Dios y es su obligación el usarla debidamente, tomando en cuenta que las leyes que aplica, no son capricho de su autoridad; sino mandato divino y, sí no cumple en conciencia, es indudable que habrá de responder en el Juicio de Dios.

Continúa.                                                                                Sor Clotilde.


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