LA FIESTA DE LOS TRES ARCÁNGELES.
Decimos los Tres Arcángeles porque son los únicos tres que
aprueba la Santa Madre Iglesia Católica.
Hasta hace algunos años, la fiesta religiosa de cada uno de
los Tres Arcángeles, estaba separada:
El 24 de marzo celebraba la Iglesia a San Gabriel Arcángel;
el 29 de septiembre a San Miguel Arcángel y el 24 de octubre se conmemoraba a
San Rafael. Actualmente se han unido a los Tres Arcángeles para conmemóralos el
29 de septiembre.
ARCÁNGEL SAN GABRIEL
ORACIÓN:
“Oh Dios que elegiste entre los demás Ángeles
al Arcángel Gabriel para anunciar el Misterio de la Encarnación: concédenos
propicio que, los que celebramos su festividad en la tierra, experimentemos su
protección en el cielo: Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos”.
“Has,
Señor, que sea acepto en tu presencia el obsequio de nuestra servidumbre, y la
oración del Arcángel Gabriel: para que sea abogado nuestro delante de Ti en el
Cielo, de nosotros, que le veneramos en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo…”
Al Arcángel San Gabriel lo escogió Dios para anunciar a los
hombres el fundamental y gran Misterio de la Encarnación. Lo había enviado
anteriormente, a Daniel para comunicarle la época en que había de nacer el
Cristo, y fue también a Zacarías para anunciarle el nacimiento del Bautista: “Sólo
Gabriel -dice San Bernardo- fue hallado digno de, entre todos los Ángeles, para
que anunciase a María los designios de Dios sobre Ella y recibiera su Fiat”.
El saludo del Ángel a la Virgen tan sencillo: “Dios te salve,
María llena de gracia”, se ha convertido en la oración familiar incesante del
pueblo cristiano a la Madre de Dios.
SAN MIGUEL ARCÁNGEL
ORACIÓN:
“Arcángel Miguel vencedor del dragón infernal,
presenta a Dios nuestras plegarias como humo del incienso”.
“Defiéndenos en la lucha Arcángel San
Miguel, para que no perezcamos en el tremendo juicio. Estremesióse el mar y tembló
la tierra cuando el Arcángel San Miguel descendió del cielo”.
“Apoyados, Señor, en la intercesión de
tu bienaventurado Arcángel San Miguel, humildemente te suplicamos que lo que ha
llegado a nuestra boca penetre también en nuestra alma. Por Nuestro Señor
Jesucristo.
La fiesta del 29 de septiembre es la más antigua de las
fiestas dedicadas a San Miguel. Nos recuerda la dedicación del antiguo y
venerable Santuario consagrado al Santo Arcángel en los arrabales de Roma.
El nombre de Miguel en (Hebreo, “¿Quién cómo Dios?)
Recuerda el combate que tuvo lugar en
el cielo entre el Arcángel “Príncipe de la Milicia Celestial” y el demonio. En el
combate, que no cesa entre el bien y el mal, Cristo tiene como aliados a San
Miguel y a sus Ángeles, a la Iglesia y a sus Santos; del lado opuesto están
Satanás y los demonios, con todos sus auxiliares. Nosotros nos hayamos personalmente
comprometidos en este combate con San Miguel y sus Ángeles y a él toca
ayudarnos para que no perezcamos en el día del Juicio.
Cuando un cristiano ha abandonado este mundo, la Iglesia
pide que San Miguel, lo introduzca en la luz del Cielo; de ahí la costumbre de
presentarlo con la balanza Divina en que se pesan las almas. Es también San
Miguel quien preside el culto de adoración que se tributa a Dios; Él es a quien
San Juan, en su apocalipsis, vio cerca del altar, con un incensario de oro en
la mano: He hizo subir hacia Dios, como humo de incienso, la oración de los
santos.
Necesitamos invocar asiduamente y con
fervor a San Miguel Arcángel, quien tiene, de parte de Dios, un poder especial
contra el demonio, quien ahora con tanta fuerza lleva al mundo por el máximo
desorden y al hombre a su infelicidad eterna.
SAN RAFAEL ARCÁNGEL
ORACIÓN:
“Oh Dios, que diste a tu siervo Tobías por
compañero de viaje al Santo Arcángel San Rafael: concede a tus siervos que
seamos siempre protegidos por su custodia y defendidos por su auxilio”.
“El Ángel Rafael, Ángel del Señor,
apresó y ató al demonio”.
“Dígnate, Señor Dios, enviar en nuestro
auxilio al Santo Arcángel San Rafael y él, que sabemos asiste siempre a tu
majestad, te presente nuestras pobres plegarias para que las bendigas. Por Nuestro
Señor Jesucristo”.
Conocemos al Arcángel Rafael por el libro de Tobías. Su papel
de médico maravilloso y compañero de viaje del joven Tobías, hace que se le
invoque en los viajes y en los momentos difíciles de la vida.
San Rafael Arcángel es uno de los espíritus
que asisten en la presencia de Dios; compañero del joven Tobías en su viaje al país
de los Medos, curó a Tobías el viejo, de su ceguera, y libró del demonio a
Sara, quien se casó con el joven Tobías.
Si acudiéramos en nuestros caminos
hacia el trabajo y el regreso a casa, en las necesidades de caminar por las calles,
en los mismos paseos y siempre, a los Santos Arcángeles, sin olvidar al Ángel
de la Guarda y a la Corte Celestial disminuirían asaltos, secuestros, crímenes
y tantos pecados.
Sor Clotilde