EL MATRIMONIO CRISTIANO.
CASTI CONNUBII
Pío XI, 31 de diciembre de 1930.
LA JERARQUÍA DEL AMOR
25.- “Finalmente, robustecida la
sociedad doméstica con el vínculo de esta caridad, es necesario que en ella florezcan
lo que San Agustín llamaba Jerarquía del Amor, la cual abraza tanto la primacía
del varón sobre la mujer y los hijos, como la diligente sumisión de la mujer y
su rendida obediencia recomendada por el Apóstol con estas palabras: “Las
casadas están sujetas a sus maridos, como al Señor, por cuanto el hombre es
cabeza de la mujer, así como Cristo es Cabeza de la Iglesia”.
COMENTARIO
Los enemigos,
insisto, de Dios y de la Iglesia, porque ellos son los que han dejado este
mundo revuelto, incluyendo el slogan de la Liberación Femenina. Cuando San
Pablo pronuncia estas reveladoras palabras “Las casadas están sujetas a sus
maridos, no quiere decir que las esposas no puedan opinar de común acuerdo con
el esposo, decidir etc. lo que quiere decir San Pablo, es lo que debe haber en
todos los países, en las grandes y pequeñas sociedades: no que se aplaste, no
que se imponga, no que se esclavicé a la mujer, sino que haya una jerarquía; ya
que es la única forma de organizar con éxito un hogar. Si las casadas toman su
papel de esposas y de madres de familia tendrán mucho qué hacer: grandes
ideales en la construcción de un verdadero hogar, de un esposo cumplido y
amoroso y de unos hijos en los que se refleje la educación que ella sabia y conscientemente
va depositando en sus hijos.
Nadie habla de una sujeción abusiva,
desproporcionada que pudiera desfigurar la verdadera imagen de un matrimonio;
sino la armonía y dependencia necesarias para configurar exitosamente a la familia.
Pero la Liberación Femenina, enseña, no
la igualdad, porque al fin y al cabo el hombre y la mujer jamás serán iguales. Se
ha notado desde que empezó este trágico movimiento, que el hombre se somete a
muchos caprichos, pecados y aventuras de las esposas, so pretexto de la
igualdad entre hombre y mujer. “No es igualdad, es semejanza”.
Los ya aludidos, han logrado un mundo
en desorden, porque han roto todos los valores resaltando ahora la muerte de la
jerarquía y el respeto.
Termino diciendo, que ni los enemigos
de Dios y de la Iglesia y los que se someten a sus ideas falsarias y perversas,
conservan siquiera un poco de lógica o sentido común.
El demonio es el padre de la mentira y
sus serviles son unos falsearios, y saben cómo perder a la humanidad, y el
pueblo universal e inmediatamente asocia su conducta a las conveniencias que la
mala propaganda le infecta.
Sor Clotilde
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