ERRORES
MODERNOS.
(Encíclica “Humani
Generis”)
Pío XII
9. – Los teólogos y filósofos católicos,
que tienen el grave encargo de defender e imprimir en las almas de los hombres
las verdades divinas y humanas, no deben ignorar ni desatender estas opiniones,
que más o menos se apartan del recto camino. Más aún, es necesario que las
conozcan bien; pues no se pueden curar las enfermedades, que antes no se
conocen suficientemente; además, en las mismas falsas afirmaciones se oculta a
veces un poco de verdad; y, por último, esas falsas opiniones incitan la mente
a investigar y ponderar con más diligencia algunas verdades filosóficas o teológicas.
10. – Si nuestros filósofos y teólogos solamente
procurasen sacar este fruto de aquellas doctrinas, estudiándolas con cautela,
no tenía por qué intervenir el Magisterio de la Iglesia. Pero, aunque sabemos
que los doctores católicos en general evitan contaminarse con tales errores, Nos
consta, sin embargo, que no faltan hoy quienes, como en los tiempos apostólicos,
amando la novedad más de lo debido y también temiendo que los tenga por
ignorantes de los progresos de la ciencia, intentan sustraerse a la dirección
del Sagrado Magisterio, y por este motivo están en peligro de apartarse
insensiblemente de la verdad revelada y hacer caer a otros consigo en el error.
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