PÁRRAFOS
“INAESTIMABILE
DONUM”
SOBRE
ALGUNAS NORMAS ACERCA
7. El fiel religioso o sea el seglar, autorizado como ministro
extraordinario de la Eucaristía, podrá distribuir la Comunión, solamente cuando
falte el Sacerdote el diácono o el acólito, cuando el Sacerdote está impedido
por enfermedad o por su edad avanzada, o cuando el número de fieles que se
acercan a la Comunión sea tan grande que haría prolongar excesivamente la
celebración de la Misa. Es pues reprochable la actitud de Sacerdotes
que, aun estando presentes en la celebración, se abstienen de distribuir la Comunión,
dejando la incumbencia a los seglares.
8. Por lo que se refiere al modo de acercarse a la Comunión,
ésta puede recibirse por los fieles bien sea de rodillas bien de pie, según las
normas establecidas por la Conferencia Episcopal. “Cuando los fieles comulgan
de rodillas no se les exige ningún otro signo de reverencia al Santísimo
Sacramento, ya que la misma genuflexión es expresión de adoración. En cambio,
cuando comulgan de pie, acercándose al altar procesionalmente, hagan un acto de
reverencia antes de recibir el Sacramento, en el lugar y de la manera
adecuados, con tal de no desordenar el turno de los fieles”.
9. En cuanto a la Comunión bajo las dos especies, obsérvese lo
que ha determinado la Iglesia, sea por la veneración debida al mismo
Sacramento, sea por la utilidad de los que reciben la Eucaristía según la
diversidad de circunstancias, de tiempo y de lugar.
10. No están permitidas a las mujeres las funciones de servicio
al altar.
B.
CULTO EUCARÍSTICO FUERA DE LA MISA.
11. Se recomienda vivamente la devoción tanto pública como
privada hacia la Santísima Eucaristía, incluso fuera de la Misa: por tanto,
deriva del Sacrificio y tiende a la Comunión Sacramental y Espiritual.
12. No se olvide que “antes de la bendición con el Sacramento
debe dedicarse un tiempo conveniente a lecturas de la palabra de Dios, a cantos
y plegarias y a un poco de oración en silencio”. Al final de la adoración se
canta un himno, se recita o se canta una de las oraciones, tomada de entre las
que están en el Ritual Romano.
13. Ante el Santísimo Sacramento, guardado en el Sagrario o
expuesto públicamente, manténgase la práctica venerable de la genuflexión en
señal de adoración. Este acto requiere que se le dé un profundo contenido. Para
que el corazón se incline ante Dios con profunda reverencia, la genuflexión no
sea ni apresurada ni distraída.
Roma, 3 de abril de 1980, día
del Jueves Santo.
Esta
instrucción preparada por la Sagrada Congregación para los Sacramentos y el
Culto Divino, ha sido aprobada el 17 de abril de 1980 por el Santo Padre Juan
Pablo II, el cual, confirmándola con su autoridad, ha ordenado que sea
publicada y observada por los interesados.
James R. Card. Knox
Prefecto
Virgilio Noé
Secretario adjunto
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