martes, 8 de octubre de 2013

Padre nuestro (cont.)

"Que estás en los Cielos": aunque Dios está en todas partes, el Cielo es el trono de su Gloria y el lugar a donde la dulce Esperanza nos dice que hemos de poseerlo; mas como Dios está en todas partes, dondequiera que esté se convertirá en Cielo anticipado, pues es El el mismo Cielo, y cada alma que lo posee y donde Él mora plenamente, diremos que goza anticipadamente del Cielo.


"Padre Nuestro que estás en los Cielos": ¡Si supiéramos vivir en la presencia de Dios y apoyados en su Providencia para hacer de nuestra existencia perenne Cielo, mientras llegamos a la Bienaventuranza Eterna! Sin embargo, será muy saludable que al hablar de que Dios está en todas partes y con el fin de hacernos mas conscientes de su Presencia, recordemos que El está en todas partes por Esencia, Presencia y potencia.

Por Esencia porque está dando el ser a todas las cosas, llenando con su naturaleza divina todo lo creado que con su providencia  conserva: "Dios creó el mundo y todas las cosas en El contenidas: por esto es Señor del Cielo y de la Tierra"; "no está lejos de nosotros, pues dentro de El vivimos, nos movemos y somos". (Ac. XVII 24-27·28).

Por Presencia: "Todo está presente a su vista y no hay creatura invisible a su mirada" (Hebr. IV-13); "Porque los ojos de Dios observan los caminos de los hombres y tiene Él contados todos sus pasos. No hay tinieblas, no hay sombras de muerte que basten para ocultar a los que obran la iniquidad". (Job. XXXIV-21-22); ¿"A dónde huiré de tu presencia? (dice David) sí subiere Cielo allí estarás, si bajaré al abismo, también estás presente y sí tomaré las alas de la aurora y  volare a habitar las extremidades del mar, allí me rodearía tu diestra". (Salmo CXXXVIII-7-1O) Pero el mundo de hoy ya no tiene la piadosa ingenuidad de esconderse, ya que, desgraciadamente su Fe se ha sumergido en las tinieblas y goza de una etapa de cinismo e impiedad.

Por Potencia: es decir, su poder se extiende a todo lo existente: "¿Quién podrá apreciar la grandeza de su poder?" (Eclesiástico XVIII-4). Los pobres hombres que prescindiendo de Dios confían en el poderío de las creaturas, o en el suyo propio, ¡ay de ellos el día que Dios les demuestre quién es El y quién es el pobre hombre!

Dios hecho hombre, a quien llamamos Jesucristo, como Dios lo llena todo como Dios-Hombre está en el Cielo y en el "Santísimo Sacramento".

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