Libertad, Liberación, Libertinaje(cont.)

Por lo tanto, la Libertad, bien entendida, correctamente conducida, perfectamente realizada, ha de hacernos pensar, no sólo en el quiero o no quiero; sino que ese quiero o no quiero, ha de ir armónicamente ejecutado tomando en cuenta la ley de Dios, la Ley Natural… y con ellas toda clase de derechos y deberes para con los demás y para con nosotros mismos, e incluso para el Universo.

Actos que no nos conducen a nuestros fines son actos perdidos.

Actos que no proceden con las indicaciones de los párrafos anteriores, nos convierten en esclavos o libertinos, pero Jamás en seres sanamente libres.

LA LIBERTAD MAL ORIENTADA

Hoy, ¡Cuánto me pesa decir hoy, en estos tiempos, pero tengo que decirlo, porque así es! En ésta época plena de antagonismos, contradicciones, mentiras y falsedades en que se habla, se pregona de la Libertad, es, ya dijimos, cuando menos libre es el hombre. La Libertad se pide, se arrebata sólo para perderse, para prostituirse y es hoy, cuando el hombre, lleno de traumas, complejos y amarguras, grita para convencerse que es libre. ¡Oh desgracia! Es cuando menos libre se es, ¿Quién que reflexione profundamente negará las miles dependencias que lo aprisionan? Empecemos por la base y de allí lo consecuente:

LAS MASAS

Un acto libre supone conocimiento y libre elección, Veamos:

Siempre, en todos los tiempos, ha habido almas comunes encantadas de perderse en la vulgaridad de la masa; pero nunca como hoy, nos inunda una oleada inconcebible, pero real, de seres humanos mal estructurados, mal conformados, mal dirigidos que se pierden en los gustos, en las ideas, en los valores de otros, de pequeña estatura moral, que por ofrecer la falsedad y lo fácil tienen consigo a esa masa monumental. Hoy se piensa, se trabaja, se vive, se viste, como los demás porque además de ser más fácil ya la gente no sabe pensar. Se ha roto con el propio juicio, con los valores personales, con los legítimos anhelos ...

Y, ¿Cómo puede decirse libre quien no usa El entendimiento para pensar y sabe elegir, sino se deja arrastrar por la fuerza de la materia que le complace los sentidos evitándole el trabajo del proceso de elección y fundiéndole fácilmente en una masa humana donde todo es pobreza espiritual y gran falsedad?

¡Si todos pensáramos igual! Para pensar todos bien, aún faltaría el propio matiz accidental con el que Dios nos distingue a uno del otro. Pero lo peor hoy, ¡todos piensan igual para pensar todos mal! ¡México, pobre México! Libertad del hombre, ¿dónde estás que has perdido a tu Dios, que has perdido tu alma y que has suplantado tu felicidad terrena? La libertad .está acallada por los gritos y las vociferaciones de las masas.

En las masas toda moda queda, toda moda entra sin reflexionar y elegir libremente si es estético, si es moral o no. ¿Lo usan todos? ¡He de usarlo yo! Y así, en esa espantosa dependencia de masas que se adaptan a las modas , encontramos las mas tremendas inmoralidades ya dignas de un justo y terminante castigo; así como las más chistosas ridiculeces que nos divierten. Libre el hombre, libre la mujer que eligen por lo que es moral y lo que les queda, sin desentenderse plenamente de la moda, la toman como algo secundario e imponen su propia personalidad. Quisiera poner miles de ejemplos inmorales e irrisorios que me encuentro día con día, pero no habiendo espacio, puesto que el tema no es la moda; sólo traigo a mi memoria y a su imaginación a los ridículos varones, - si es que puede llamársele, varones -; que andan en calzoncillos en la calle, aunque ellos dicen que son pantalones cortos, de lo cual digo lo siguiente; es una ridiculez con espantosa inmoralidad y esos "inocentitos" que aún visten pantalón corto, son unos tendenciosos que llevan en su actitud la morbosidad, además de que no dejan de ser de la masa; ¿Pues, qué ustedes No saben que esas costumbres las imitan de un país extraordinariamente inculto que por sus maquinismos se autoproclama superdesarrollado?

¿Qué película van a ver, qué obra de teatro, qué programa de televisión o radio, qué fotonovela? Lo más popular, lo más inmoral, a donde van las masas, aquello con mayor propaganda y que, además, embote los sentidos y proporcione placer, placer ... Nada que eleve el cociente intelectual, nada que aumente la Fe, nada que despierte sanamente el ingenio y la imaginación, nada que haga crecer en el amor. No; eso es cansado y aburrido y además hay poca gente, está la selección, y a mi me gustan las masas, y ¿me digo libre y grito por mi libertad?.

¿Y, qué me cuentan de los anuncios comerciales cuya imposición y consecuente dependencia son verdaderamente atroces, además espantosamente inmorales, corrompidos escandalosos?

No se compra lo que se necesita o lo que se pueda o lo de mejor calidad; sino lo que más demanda tenga por concepto de propaganda.

¿Y los "Idolillos"? Me refiero a las artistas que el hombre vacío y sin Dios convierte en sus ídolos. Hay tanto ídolo inmoral e ineficiente y antiestético que, si no fuera porque pululan las masas, que se autodenominan fans (fanáticas) no llegarían a la popularidad a la que han llegado.

Es un desacato ver los templos vacíos, o irreverentemente tratados, la  Religión modificada u olvidada, la verdadera ciencia su plantada y la auténtica Filosofía escondida, mientras las colas interminables de seres humanos que forman la masa esperan ver a "su ídolo", un ídolo que en realidad lleva digno nombre pues lo parece físicamente, y es, ciertamente, símbolo pagano. Sabe ser un símbolo pagano por su inmoralidad y desacato, gente de pésimas costumbres, de nulas

aptitudes artísticas, pero la masa lo espera porque a la masa la movió la propaganda, no la razón; después de haber tremendas filas esperando, logran unos la entrada y otros afuera defraudados. Cuando el ídolo aparece, gritan, hasta braman, por alguien que nada vale. Olvidan el ser hijos de Dios, su destino para perderse en la embriaguez del placer de ver alídolo que les inflama los sentidos. Rugen movidos por el instinto animal y no por la razón. ¿Yesos son los que en nombre de su libertad gritan por ella, inconscientes de su esclavitud moral y, quizá pronto de la esclavitud fisica?