jueves, 7 de mayo de 2015

Libertad, Liberación o Llibertinaje(cont.)

Veamos ahora, otro aspecto de nuestro hombre libre de hoy: "el horóscopo". Muy libre,
y olvidado de la Providencia Divina la cual estropea su libertad - como dicen - . Pero eso si, hay que contemplar a las familias, esperando según tauro o géminis, etc., cómo me va a resultar el día de hoy y, según lo diga el agorero, eso me sucederá. Y entonces: ¿Mi libre albedrío en combinación con la Providencia, dónde está? ¡Pobre ser, humano!
¡Qué ridiculez!
Hay a la salida de las estaciones del Metro y por los mercados; unas camionetas desde donde unos vivales embusteros que ofrecen "la maravillosa Cruz -Magnética", con la cual cambia totalmente la suerte y eleva la personalidad: Todos los problemas están resueltos. ¿Para qué luchar? ¿Para qué el empeño, el esfuerzo, y la gloria de la realización; si basta un signo con tal poder que todo me lo concede? Y llegan los incautos, los flojos, los indolentes, los  irreflexivos, los cobardes, y peor, aquellos que ya no creen en Dios, ni hablan de Él porque no está a tono con la época de "progreso" en que vivimos, a caer en la más vergonzosa superstición o pseudociencia, a hacer el ridículo de comprar su cadenita; mientras, aquel sagaz se divierte,  puesto que él sabe que eso sirve tanto como la piedra del coyote, pues si a él le hubiera servido ya no tendría necesidad de estar allí gritando, ¡pero ni grita!: es un perezoso de los que abunda, que solo conecta una grabadora y espera recostado que caigan hipnotizados los incautos. ¿Y dónde está la libertad del hombre que vive influenciado de las artimañas de los audaces?
A las masas, les gusta más el error que la verdad, de otro modo no se hubieran multiplicado tanto las doctrinas erróneas, los conceptos funestos: "Que todos hemos de ser iguales"; "Que el hombre viene por evolución, transformismo, generación espontánea, etc., pero no creado por Dios" "Que la Religión es el opio de los pueblos", que el Karma, que los momos, que la reencarnación, que la comunicación con los muertos, que la nueva era con sus vanados y perversos errores; tan estimulantes para un pueblo cuyo Dios es su yo. "Que sólo hay que creer en lo que penetra por los sentidos"; "Que los curas son hombres como todos"; y eso cuando piensan bien de ellos. Y hasta hay católicos de la masa desde luego, tan ignorantes que dicen que la Religión ya cambió, es decir que el Espíritu Santo se equivocó, retrocedió, ¡imagínense! Si el hombre usara bien de su libertad, reflexionaría, profundizaría y elegiría y no sería engañado, de manera tan infame.
Hace algunos años se inició el movimiento llamado "Liberación Femenina", al cual personas sensatas, denominamos "corrupción femenina". Esto, en la práctica, es así: La mujer, ante todo, tiene los mismos derechos que el hombre, además de que al decir "Derechos" confundieron su escencia, también se olvidaron de la naturaleza de la mujer; por consiguiente, los mismos modales del hombre, ¿por qué esperar a que el varón se declare? Ellas de mil maneras pueden tomar la iniciativa; ¿por qué han de ser esclavas de un sólo hombre si hay tantos? Ellas tienen que realizarse y para ello los hijos estorban. Olvidaron las del movimiento y aceptaron las masas que la máxima realización de la mujer es la Maternidad. Ahora ya por la "libertad", tienen el alto honor de ser admitidas en una cantina de lujo, mediana, piquera o pulquería que también ya las hay de postín. ¡Qué vergüenza! ¿Liberación? ¿De quién?, ¿De qué? La verdad es que se liberaron de "la dignidad, de la vergüenza, de las buenas costumbres, de la moralidad,: cuando debieron haberse liberado de sus defectos, de sus equivocaciones, de sus cobardías, de su ignorancia, de su egoísmo, pues liberarse es siempre, al mismo tiempo y por el mismo esfuerzo, deshacerse de las cadenas materiales y alcanzar el espacio espiritual. Ya la gran Sor Juana Inés de la Cruz en el siglo XVII, hace cuatro siglos, es el símbolo de la mujer liberada, quien no tuvo que imitar al hombre ni

quitarle su puesto para sentirse liberada. Sin dejar de ser mujer, no envidiando la naturaleza del hombre y viviendo en absoluta moralidad y Dueña y Señora de sus instintos y pasiones, fue una auténtica mujer, y por ser auténtica, por eso la podemos llamar liberada.

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