DIDACHÉ
O
LA
DOCTRINA DE LOS DOCE APÓSTOLES
Y
CARTAS
DE SAN CLEMENTE ROMANO
Padres
apostólicos I
La
perfección Abstente de los deseos carnales y corporales.
Evangélica. Si uno te da una bofetada en
la mejilla derecha, vuélvele también la izquierda y serás perfecto.
Si uno te fuerza a ir con él el espacio de una milla,
acompáñale dos.
Si alguien te quitare el manto, dale también la túnica.
Si alguien te quita lo tuyo, no lo reclames, pues tampoco
puedes (4).
(4)
El deseo de reclamar el propio derecho proviene, según la Didaché,
de la carne y del cuerpo. La carne y el cuerpo serían la fuente del pecado.
Aquí hay, tan vez, que reconoce en el autor una influencia platónica o estoica
que ve en el cuerpo un principio del mal. El cristiano habla de muy distinta manera
del cuerpo, creado por Dios y convertido por la gracia en templo del Espíritu
Santo. Otra cosa es el concepto de “carne”, como opuesta al espíritu, concepto
estampado por San Pablo, frecuentemente en el cuarto Evangelio, y no
desconocido de algún filósofo antiguo (Epicuro). La renuncia al propio derecho
es estrictamente evangélica: Ego
autem dico vobis, non resístere malo… Mat.
V, 39 y sig. Jamás el mundo entenderá estas divinas paradojas. El final de
estos preceptos es oscuro. ¿Por qué el cristiano no puede reclamar lo suyo?
¿Por qué no se le hará justicia? ¿Por qué lo suyo está muy por encima de los intereses terrenos? Es difícil precisarlo.
VERSIÓN Y
NOTAS
POR EL
RVDO. P.
DANIEL RUIZ BUENO C. M. E.
Catedrático
de Lengua Griega.
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