jueves, 3 de agosto de 2017

"La Santa Misa: La Esencia del Santo Sacrificio de la Misa"




LA SANTA MISA

 

LA ESENCIA DEL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA

Si el Ser de la Santa Misa es la actualización del Sacrificio del Calvario, la Esencia de la Santa Misa reside en la Consagración del Pan y del Vino. Sin la Consagración no hay Misa.

La Consagración es el momento vital de la Santa Misa, cuando empecemos el capítulo: “La Misa es verdadero Sacrificio”, entenderemos el por qué la Consagración es la Esencia del Santo Sacrificio de la Misa. Y, aunque en el curso de los siglos ha habido varias opiniones que no han dejado de ser eso, opiniones, la verdad es que la esencia de la Misa está en la Consagración.
Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura y la generalidad de los teólogos, encuentran la esencia del Santo Sacrificio, en la sola Consagración   del pan y del vino:

CONSAGRACIÓN Y ELEVACIÓN DE LA HOSTIA. -  El Celebrante entra en el momento más importante y solemne de la Misa. Ahora va a pronunciar las mismas palabras y hacer las mismas expresiones que Jesucristo en el Cenáculo, para convertir el pan y el vino que están en el Altar en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo.

Recordemos las palabras con las cuales nuestro Señor Jesucristo consagró en aquélla Misa Sacramental del Jueves de Pascua, el cual, la víspera de su Pasión tomó el pan en su Santas y Venerables Manos, y levantando los ojos al cielo en dirección a Ti oh Dios, su Padre Omnipotente, dándote las gracias lo bendijo, lo partió y dio a sus Discípulos diciendo: “TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO”.

CONSAGRACIÓN Y ELEVACIÓN DEL CÁLIZ. – El Celebrante, ahora con ambas manos toma el Cáliz diciendo y haciendo lo que el texto Evangélico indica, y después de Consagrado con una gran inclinación hacia el Altar se levanta y lo eleva para adorarlo y ofrecerlo a la adoración de los asistentes:
De Igual, modo al terminar la cena, tomo también este precioso Cáliz en sus Santas y Venerables manos, y dándote de nuevo gracias, lo bendijo y se lo dio a sus Discípulos diciendo: “TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, DEL NUEVO Y ETERNO TESTAMENTO, MISTERIO DE FE, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS, CADA VEZ QUE ESTO HICIÉREIS, LO HARÉIS EN MEMORIA MÍA”.
Su Santidad Pío XII, en su Encíclica Mediator Dei, dice: “El Sacrificio consiste esencialmente, en la inmolación incruenta de la Víctima Divina a la hora de la Consagración, la Consagración de las dos especies, constituye formalmente el Sacrificio Eucarístico”.


Sor Clotilde

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